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 Sobre el cambio 
El hombre santo reunió a sus amigos: 
- Estoy viejo -les dijo. 
- Y sabio -respondió uno de los amigos. 
- Durante todo este tiempo, siempre te vimos rezando. ¿De qué hablas con Dios? 
- Al principio, yo tenía el entusiasmo de la juventud. Le pedía a Dios que me diera fuerzas para cambiar la humanidad. Poco a poco empecé a darme cuenta de que esto era imposible y entonces empecé a pedirle a Dios que me diese fuerzas para cambiar a los que estaban a mi alrededor. Ahora que ya soy viejo, mi oración es mucho más sencilla. Le pido a Dios lo que debería haberle pedido desde el principio. 
- ¿Y qué es eso que le pides? -quiso saber el amigo. 
- Le pido ser capaz de cambiarme a mí mismo. 
Paulo Coelho 
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