| 
   
  
  
  
  
  
Los amigos no se gastan a menos que los uses 
Los amigos tienen un lugar especial en mi corazón. 
Muchas veces le he agradecido a Dios por habernos dado su amistad. 
  
Al practicar la amistad he aprendido algunos principios, 
como los que señalo a continuación: 
1) Memoria: Aunque hoy nos separe la distancia, 
debemos recordar siempre al amigo o a la amiga 
que en algún momento nos consoló, nos hospedó, 
nos animó, nos amó. 
2) Prudencia: Debemos respetar el horario de nuestros amigos. 
No invadamos su privacidad, creyendo que el ser amigos 
nos da derechos absolutos sobre su vida. 
3) Sinceridad: No hay verdadera amistad sin una confianza plena. 
Todo tiene que estar sobre la mesa. 
Yo creo en la amistad “a corazón abierto”. 
4) Humildad: Necesitamos la humildad para pedir perdón 
cada vez que nos equivoquemos. 
Necesitamos también amplitud de corazón para saber perdonar. 
5) Generosidad: En la verdadera amistad no se busca recibir sino dar. 
Entre amigos entregamos nuestro tiempo, nuestro afecto, 
nuestras oraciones, nuestro dinero. 
Colmado de felicidad o de sufrimiento, el corazón tiene necesidad 
de compartir. Porque alegría compartida es doble alegría, 
y dolor compartido es la mitad de dolor. 
Cuidemos de nuestras amistades; no las usemos. 
Los amigos que se usan, se gastan; 
pero los amigos bien cuidados, duran muchísimos años.  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 |