Si volviera a nacer….
los mismos errores
tal vez cometería,
jamás terminaría por aprender
lo de esta y otra vida.

Pero si volviera a nacer…
por dios y por mi vida,
te buscaría para encontrarte otra vez,
para volverme a enamorar
y te amaría sin temer al que dirán.

Volveríamos a comenzar
y que me importa si me juzgan los demás;
si me señalan, si me injurian;
que contigo solo quiero jugar;
y demostrarles vida mía,
que esta y otra vida
no son suficientes para volverte amar.

Si volviera a nacer…
por dios y por mi vida,
que una lagrima por mi jamás derramarías;
ni un dolor ni desconsuelo te causaría
y de mi boca ni una mentira escucharías;
tan solo mi voz,
que como un rezo elevaría en el silencio
llenándote de amor.

Si volviera a nacer….
te amaría incluso a la distancia,
como aquel amor platónico
que nunca llegaría,
pero que esperaría
como el sol espera su crepúsculo eternamente.

Si volviera a nacer….
te amaría hasta en mis sueños,
pues en mis sueños, sueño que alas tengo,
te abrazaría y tu mano tomaría para surcar el cielo;
nuestro futuro juntos no seria incierto.

Si volviera a nacer…
por dios y por mi vida,
te escribiría el verso de amor más bello
y el poema más sublime;
te pintaría
y en cada trazo mi amor te entregaría.

Si volviera a nacer….
por dios y por mi vida,
te abriría mi corazón;
y amarte otra vez
apasionadamente,
tiernamente,
desesperadamente;
porque este amor que te prodigo vida mía,
es para ti, es para siempre.


 MARIO ALBERTO PORTILLA