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A un arroyo 
Cuando todo era flores tu camino, 
Cuando todo era pájaros tu ambiente, 
Cediendo de tu curso a la pendiente 
Todo era en ti fugaz y repentino. 
  
Vino el invierno con sus nieblas vino 
El hielo que hoy estanca tu corriente, 
Y en situación tan triste y diferente 
Ni aún un pálido sol te da el destino. 
  
Y así en la vida el incesante vuelo 
Mientras que todo es ilusión, avanza 
En sólo una hora cuanto mide un cielo; 
  
Y cuando el duelo asoma en lontananza 
Entonces como tú cambiada en hielo 
No puede reflejar ni la esperanza. 
MANUEL ACUÑA 
  
  
  
  
  
  
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