y palpitan los corazones.

Es la hora de amar la que tañe,
una melodía discordante, 
esa tonada silenciosa de miradas,
perturbadora

Dejo caer los clamores,
s y rítmicas.es mi noche. 
Embrujos y sortilegios, 
encantos con estrellas 
donde los luceros vagan.

Arrugada la piel por el enojo,
de no besar tu boca, 
frunzo el silencio de mis pupilas.

Tu mujer, 
como cabriolas de corcel 
responde rauda a este querer,
juguetea con mis manos 
la palabra de mis labios.

Cuando beso tus cabellos, 
para que decirte lo que soy,
si ya sabes como siento 
lo que tus brazos me brindan, 
al calor de la luna y esta llama 
que nos quema.