|   Esta tarde Ahora quiero amar algo lejano... Algún hombre divino
 Que sea como un ave por lo dulce,
 Que haya habido mujeres infinitas
 Y sepa de otras tierras, y florezca
 La palabra en sus labios, perfumada:
 Suerte de selva virgen bajo el viento...
 Y quiero amarlo ahora. Está la tarde Blanda y tranquila como espeso musgo,
 Tiembla mi boca y mis dedos finos,
 Se deshacen mis trenzas poco a poco.
 Siento un vago rumor... Toda la tierra Está cantando dulcemente... Lejos
 Los bosques se han cargado de corolas,
 Desbordan los arroyos de sus cauces
 Y las aguas se filtran en la tierra
 Así como mis ojos en los ojos
 Que estoy sonañdo embelesada...
 Pero Ya está bajando el sol de los montes,
 Las aves se acurrucan en sus nidos,
 La tarde ha de morir y él está lejos...
 Lejos como este sol que para nunca
 Se marcha y me abandona, con las manos
 Hundidas en las trenzas, con la boca
 Húmeda y temblorosa, con el alma
 Sutilizada, ardida en la esperanza
 De este amor infinito que me vuelve
 Dulce y hermosa...
 Alfonsina Storni       |