|           Al hombre mozo que te habló de amoresdijiste ayer, Florinda, que volviera,
 
 
   porque en las manos te sobraban florespara reírte de la primavera.
     Llegó el Otoño: cama y cobertoreste dio en su deshojar la enredadera
 
 
     y vino el hombre que te habló de amores
 
   y nuevamente le dijiste: -Espera.   Y ahora esperas tú, visión remota,campiña gris, empalizada rota,
 
 
   ya sin calor el póstumo retoño que te dejó la enredadera trunca,
 
   porque cuando el amor viene en otoño,si le dejamos ir no vuelve nunca.
     ANDRES ELOY BLANCO       
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