|   Calma mi alma, Señor, que se confrange en congojas,  ante los problemas apenas resueltos o sin solución.    Calma mi alma, Señor, cuando la madrugada llega  y el sueño no viene para el reclamado reposo del cuerpo  cansado de la lucha diaria.    Calma mi alma, Señor, y toma mi vida en Tus manos.  Condúceme para que yo no me pierda  en los caminos tortuosos de la desesperación  y de la angustia que, tocan a la puerta  de mis pensamientos y de mi corazón.   Calma mi alma, Señor, equilibra mis energías y fortalece mi espíritu  y así, solamente así, con Tu amor cerca de mi vida,  es que podré vencer hoy y siempre.  Amen  "Rose Mori"   PARA VIVIR HAY QUE LUCHAR  Y LA LUCHA ES  INSISTIR EN SER MEJORES CADA DIA   MARY      
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