|
No hay que
temer
Temía
estar solo, hasta que aprendí a quererme a mi mismo. Temía
fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo
intento. Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta de
que de todos modos opinarían de mi. Temía me rechazaran, hasta que
entendí que debía tener fe en mi mismo y en Dios. Temía al
dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer. Temía a la
verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras. Temía a la
muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el
comienzo. Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa
más que ignorancia. Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mi
mismo. Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría
día a día. Temía al pasado, hasta que comprendí que no podía herirme
más. Temía a la
oscuridad, hasta que ví la ! belleza de la luz de una estrella. Temía
al cambio, hasta que ví que aún la mariposa más hermosa necesitaba
pasar por una metamorfosis antes de volar. Hagamos que nuestras vidas
cada día tengan mas vida y si nos sentimos desfallecer no olvidemos
que al final siempre hay algo más.
 |
|