El viejo goleador
 
 
Cuando entraste al campo
te silbó hasta el viento,
el estadio entero, 
te gritaba viejo,
 
Te decían cosas, 
como pobre abuelo,
de quedarte en casa, 
a cuidar los nietos.
La tribuna tuya, 
y también la de ellos 
te ofendían hermano, 
sin tener respeto; 
El equipo tuyo, 
con un pie al descenso, 
el de los contrarios 
festejando el sueño, 
De salir campeones 
era casi un hecho, 
le caía el empate, 
como anillo al dedo.
Cuando ya el partido 
se moría en un cero 
cuando ya un minuto 
le quedaba creo, 
De la esquina izquierda,
te cayó aquel centro, 
que saltando al aire 
la mató tu pecho.
La peleaste a muerte, 
le pusiste el cuerpo, 
y con toque suave 
la mandaste adentro. 
La tribuna ciega, 
no podía creerlo 
estalló en delirio 
con un grito inmenso. 
Cuando te creían 
que ya estabas muerto, 
desde allá del alma 
te brotó el aliento.
Con tu gol hermano 
se evitó el descenso, 
si hasta el mismo viento 
se asoció al festejo, 
Una tibia lágrima 
te corrió en silencio 
te abrazaron todos, 
goleador sin tiempo.
 
JOSE CENTERO