Hay profundas interrogantes  en la mente de personas que no pueden comprender el porqué los hijos de Dios somos diferentes, por qué nuestro  proceder ante ciertas circunstancias no es como ellos esperan que sea, cómo es posible que no reaccionemos ante situaciones que su lógica les dice que alguna reacción se debería manifestar…

Hay un dicho popular muy trillado entre las gentes: “El ladrón juzga por su condición.” Y es que lo normal en esas cabezas es ver que los demás traten los asuntos tal y como ellos mismos lo hacen, que haya una reacción a todo, tal y como ellos reaccionan. Al ver la paciencia, tolerancia, indiferencia, la firmeza y constancia, además de la tranquilidad con que seguimos viviendo a pesar del caos social que nos circunda… no pueden menos que asombrarse y hasta buscar la manera de tratar de probar que no somos extraterrestres como piensan, sino tan vulnerables e inconsistentes como ellos. La conclusión a ese esfuerzo vano e inútil: Estrategias y astucias fracasadas y tiempo perdido miserablemente porque… el que está en nosotros/as es Mayor que el que está en el mundo.

La gente natural no percibe las cosas del Espíritu de Dios, porque para ellos eso es locura pues no las pueden entender. (1 Cor.2:14) Muchos se esfuerzan tratando de descifrar lo indescifrable, pero no dan con la explicación que tanto ansían conocer pues jamás el intelecto podrá aclararle lo que sólo espiritualmente se puede discernir. Sólo, que se dispongan a salir de las tinieblas y entrar a la Luz admirable…

“El amor de Dios fue derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” (Rom.5:5) Es el amor de Dios lo que nos sostiene, nos mueve, nos afirma y fortalece… Es Dios el padre, Dios el Hijo. Dios Espíritu Santo morando en cada uno de sus hijos y en cada una de sus hijas. ¡Cuán grande el AMOR de Dios! ¡Qué hermoso poderle conocer! ¡Cuánto nos deleitamos en su presencia! Es MARAVILLOSO el AMOR de Dios...

No vivimos una utopía, la religión no tiene parte ni suerte en nuestras vidas, no nos esforzamos ni elaboramos plan alguno, no es una ilusión, ni filosofía, ni pensamiento positivo… Es Cristo viviendo en mí y yo viviendo en la Fe del Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí. El que le ha conocido a Él, ha conocido a Dios Padre quien es AMOR. “Todo aquel que ama es nacido de Dios, y conoce a Dios.” (1 Juan 4:7) ¿Por qué el mundo no nos conoce? Porque no ha conocido a Dios…

Por: Zaida C. de Ramón