Debemos de lanzarnos con fe a donde el Señor nos llame. Es posible que Dios nos haya revelado un problema específico, porque Él quiere actuar por medio de nosotros para resolverlo. debemos estar listos a confiar en Él, y llevar la luz de Su verdad y Su amor a nuestros familiares, amigos, vecinos. A veces, es posible que lo que Él nos pide que hagamos no sea fácil. De hecho, puede pedirnos que enfrentemos retos muy difíciles y que hagamos sacrificios dolorosos. Pero déjeme asegurarle que cualquier cosa que Dios nos pida hacer valdrá la pena, porque obedecerle siempre trae bendición consigo.
Dile al Padre hoy, PRESENTE y déjate usar por Él para llevar paz, amor y gozo Él anhela usarte HOY! ¿Estás dispuesto?
La oración puede ayudarnos a evitar tomar malas decisiones, guiarnos hacia las bendiciomes, y dirigirnos a la voluntd de Dios. Deje que el Espíritu Santo le transforme cuando hable regularmente con el Señor.
Dios se nos reveló a través de Jesucristo, para que pudiéramos tener la luz de la vida gracias a la presencia del Espíritu Santo. Nuestra misión es permitir que la luz permanezca en nosotros y siga resplandenciendo para la gloria de Dios. Esto ilumina la vida de otros y extiende la comunidad de Dios. El amor hacia otras personas es la señal segura de que Dios vive en nosotros y de que gozamos del compañerismo de Su amor
"La oración no es simplemente expresar nuestros deseos del momento. Su propósito es ejercitar y disciplinar nuestros deseos, de modo que queramos lo que Dios está pensando darnos. Su regalo es muy grande, y nosotros somos pequeños vasos para recibirlo. Así que la oración imnplica ensanchar nuestros corazones a Dios. —Agustín de Hipona
"Señor, ¿qué vas hacer? Esta es la pregunta correcta, porque ahora la atención se ha desplazado a la omnisciencia y a la omnipotencia del Dios todopoderoso. Él nos sacará del encierro que nos aprisione, y nos aclarará cualquier situación que nos ofusque. Dios tiene el poder para realizar sus planes, que —a diferencia de nuestras soluciones— son perfectos, y que siempre lo glorifican a Él.
La mayoría de las tormentas duran mas tiempo del que quisiéramos, pero nuestro Padre Celestial está guiándonos a un lugar en que podemos tener paz, contentamiento, y aún gozo, así, el sol este brillando o la tormenta bramando. El nos llama a estar libres de temor; llamándonos a confiar en El más y experimentar Su calma en la tormenta.
El reto ahora es simple. Si el Señor es Dios - sigamoslo. Si hemos reconocido nuestra naturaleza pecaminosa, arrepintámonos de nuestro pecado y pidamosle a Dios que sea nuestro Salvador, debemos continuar siendo trasformados a Su semejanza - debemos seguirlo. No podemos permitir que las distracciones en nuestra vida se conviertan en nuestro dios. Debemos dedicar nuestro corazón, alma, mente y fuerza a amar a nuestro Padre Celestial y comprometernos a cualquier tarea que El nos encomiende. Nuestra elección es clara, y nuestra respuesta debe ser muy firme. El Señor es Dios - Sigamoslo.
Habrán muchos momentos en que nuestra habilidad para confiar es probada severamente. Pero nuestra fe en Dios - en Su habilidad para mantenernos seguros - debe ser independiente de la fuerza del viento. Aún cuando los vientos puedan soplar, nos mantenemos en Sus manos y no debemos temer; "He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses"
Debe haber sido difícil confiar en el tiempo de Dios mientras la tormenta aumentaba a través de las muchas y largas noches sin dormir. Pero mientras la esperanza se desvanecía, Dios envió un ángel a Pablo con un mensaje familiar.
Hechos 27:23-24 "Esta noche ha estado conmigo el ángel de Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas."
No importa lo que este día pueda traer, debemos vivir todos y cada momento en devoción a nuestro Señor. ¡No importa las circunstancias, podemos SER LIBERADOS! Quizá sea necesario que ajustemos nuestras prioridades y eliminar algunas cosas que consumen nuestro tiempo y confunden nuestros pensamientos; pero la verdadera adoración a Sus pies lo vale TODO. Parémonos firmes para Cristo, fielmente proclamemos Su verdad al mundo, y construyamos nuestra vida en Su sólida fundación. ¡Recordemos que aunque muchas cosas pueden parecer importantes, solo una es necesaria!
Gracias a la presencia del Espíritu Santo en nosotros, la verdadera vida de Cristo se manifiesta en nuestros cuerpos mortales. En la medida que nos entregamos al Señor, el mismo Jesús se convierte, en nosotros y a través de nosotros, en el cabal cumplimiento de la Ley y la Palabra de Dios.