LA ESPERA

Muchas veces las palabras no dan avasto para nuestros sentimientos. Son nuestras acciones las que revelan nuestras palabras. Pero sin palabras ¿Cómo podemos revelar nuestros sentimientos? Eso no lo sabemos, pero si sabemos, que no estamos solos en este mundo. Y aunque la distancia nos impida estar junto a nuestros seres queridos; ellos nos esperaran siempre con los brazos abiertos. Así como lo estoy haciendo yo. El tiempo será largo e infinito, pero no me importa, siempre estaré aquí, esperando a tu llegada. No te sientas solo, pues siempre tendrás a Dios a tu lado, que siempre te protegerá.

Si hemos de estar juntos algún día, eso se lo dejamos a nuestro Dios Creador. Porque sin EL, nunca nos hubieramos conocido. Si las circunstancias nos impiden demostrar nuestros afectos, para eso está el tiempo. Pues el tiempo demuestra muchas cosas, no solamente la hora, sino muchas veces el AMOR. ¿El Amor? ¿Y cómo? Pués fácil: El Amor, porque somos capaces de esperar a ese ser tan especial. ¿Cómo? Pidiendole a Dios que el tiempo que tengamos que esperar sea corto y ligero. Aunque sean años de espera; la espera será corta.

Mientras tanto, sóla estaré aquí, en mi balcón, sentada en mi sillón, esperando a tu llegada. Esperando por tí. Aquí estaré y jamás me iré.