Verdades olvidadas

Hay que aprovechar el tiempo. 

Esta frase la dicen muchas personas: “Hay que aprovechar el tiempo, hay que vivir la vida porque es la única que tenemos”. Pero lamentablemente la mayor parte de las veces lo dicen personas que quieren gozar de esta vida y del tiempo que tienen sobre la tierra, para pecar de todas formas y vivir olvidados de Dios, como si ésta fuera la única realidad y no fueran a morir nunca.

Que no nos suceda también a nosotros los cristianos. Porque si bien un ateo puede pensar así, jamás podrá pensar así un católico, a menos que sea sólo un católico de nombre.

Siempre debemos tener presente que esta vida sobre la tierra es como una sala de espera que antecede a la verdadera Vida. Pero que será Vida, es decir Cielo, si somos fieles a los Diez Mandamientos y morimos en gracia de Dios; pero que será Muerte eterna en el Infierno si vivimos pecando y morimos en pecado.

Entonces tenemos que ser astutos y buenos negociantes. Aprovechar el tiempo y decir algo parecido a lo que dicen los mundanos. Ellos dicen: “El tiempo es oro”. Nosotros, en cambio, tenemos que decir siempre “El tiempo es gloria”, porque cada segundo podemos hacer buenas obras llenas de amor que nos merecen un aumento de gloria en el Cielo.

Pobrecitos esos que están tirados en las confiterías, aburridos de no hacer nada y que dejan pasar su vida en vano, sin preocuparse por su destino eterno. Pierden la única vida que tienen para merecer el Cielo y evitar el Infierno.

Por lo menos nosotros los católicos, tratemos de ser sensatos y aprovechar el tiempo de la mejor manera posible, sin desperdiciarlo en vanidades y diversiones inútiles o pecaminosas. Que es necesario divertirse y distraerse de vez en cuando, está muy bien. Lo que no está bien es hacer de ello el motivo de nuestra vida, el fin de ella.

Tomémonos la vida en serio porque de cómo la vivamos dependerá nuestro destino eterno. No importa que seamos unos fracasados en este mundo y que no hayamos logrado una buena posición económica. Sino que lo realmente importante es que no seamos fracasados en la otra vida, por haber vivido mal esta de la tierra. Recordemos que lo de la reencarnación es una patraña y no hay más vidas que la que tiene cada uno de nosotros y luego viene la muerte y el juicio. Entonces vivamos bien el momento presente.