Autor: Adhemar Cuellar

Por lo demás hermanos les pedimos y rogamos en nombre del Señor Jesús: Aprendieron de nosotros como han de portarse para agradar a Dios, ya viven así pero procuren hacer nuevos progresos. (1ra Tesalonicense 4,1)

Las palabras del apóstol Pablo “vivir para agradar a Dios” “procurar hacer nuevos progresos” es  para ponerlas en práctica el día de hoy.  Lamentablemente en muchos lugares, los creyentes han entrado en un estado de quietud, muchos han optado  por la conformidad, y han hecho de la asistencia a la iglesia una rutina  aburrida,  la lectura de la Biblia resulta monótona, sin variedad

Algunas preguntas para responder

¿Esta haciendo nuevos progresos en su vida de fe?

¿Esta su relación con Dios en un nivel ascendente?

Las relaciones en el noviazgo y en el matrimonio sin la novedad, llevan a la rutina y a la monotonía.

La señora Gertrudis se quejaba ante su amiga, en lo referente a su vida matrimonial diciendo:

Mi esposo ya no  me quiere,  mi esposo ya no me dice palabras románticas,  creo que mi esposo se aburre de verme. 

Jacinta la amiga de Gertrudis, creyendo tener la respuesta apropiada dice:

-Por todo lo que me comentas parece que tu matrimonio tiene los síntomas de la enfermedad del mono.

¿Qué clase de enfermedad es esa “del mono”? Pregunta asombrada Gertrudis.

-Monotonía, eso es lo que tiene tu matrimonio dice sonriendo Jacinta…

Pasa en el matrimonio, sucede en el noviazgo y también se da en nuestra relación con Dios

Si no buscamos hacer algo nuevo cada día, si no tenemos la delicadeza de mejorar nuestra vida de fe, si no estamos haciendo día a día nuevos progresos, si no buscamos la renovación diaria tarde o temprano tocara a las puertas de nuestra vida espiritual,  la enfermedad del mono, mejor dicho: Monotonía. 

Monotonía es hacer lo mismo de lo mismo sin novedad, sin variedad,  esto nos lleva a perder el entusiasmo y la alegría cristiana. 

En la actualidad tenemos un gran desafío, que es el de hacer nuevos progresos en nuestra vida de fe, buscar y mejorar cada día nuestra relación con Dios.  

Esta semana un futbolista  Karim Benzema  dijo:”Cuando no eres el mejor  jugador del mundo, es que todavía tienes que progresar. Todos tenemos un objetivo. El mío es ser el mejor jugador del mundo”

Aplicado a nuestra vida de fe podemos decir: Si no eres el mejor cristiano del mundo es que todavía tienes que progresar.  Todos tenemos un objetivo,   ¿Cual es tu objetivo?  El mío a partir de hoy será  ser “el mejor cristiano del mundo”

Si luchas y te esfuerzas todos los días por progresar en la fe, te aseguro que la enfermedad del mono, es decir la monotonía espiritual desaparecerá por completo. 

¿Estas dispuesto a ser el mejor cristiano del mundo?