¿Podemos llevar algo mejor en el corazón,
pronunciarlo con la boca,
escribirlo con la pluma, que estas palabras:
‘Gracias a Dios’?
No hay nada que pueda decirse con
mayor brevedad, ni oír con mayor alegría,
ni sentirse con mayor elevación,
ni hacer con mayor utilidad».
(San Agustín)
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