P + P = P

Autor: Adhemar Cuellar

 

Nacho era el  pecador mas empedernido de la parroquia “La Esperanza”, un día acosado por su conciencia decide ir a la iglesia y busca un sacerdote para confesar sus pecados:

El sacerdote se alegra al ver a la “oveja descarriada” y sorprendido por la presencia de tan conocido pecador entabla el siguiente dialogo:

-          Nacho que alegría verte en la iglesia ¿en que te puedo ayudar?

-          Vengo a confesarme Padrecito, dice Nacho

Entonces el sacerdote pregunta: ¿Sabes que se necesita para confesarse?

Nacho, debido a su ausencia prolongada a la iglesia, había olvidado todo lo referente a la confesión, piensa y vuelve a pensar ¿Qué necesito para confesarme?  Y tras una pausa prolongada piensa en una respuesta a su manera y dice:

- PECAR, eso necesito para confesarme, padrecito, y como de eso ya tengo bastante, empiezo ahora mismo a confesar todas mis faltas, (y dicen las ultimas noticias parroquiales que ahí todavía se encuentra Nacho, confesando todos sus pecados.)

 

Efectivamente, previo a la confesión, tiene que existir en nuestra vida el verbo “PECAR” puesto en acción.  Y como todos han pecado (Romanos 3,23)  todos deberíamos confesar nuestras culpas. Claro que para ello tenemos que estar arrepentidos, por haberlo hecho.

El regalo del perdón,  es para todos,  Dios es rico en Misericordia, y esta gracia la  vemos en su plenitud en la cruz.

En el calvario Jesucristo nos enseña una formula para nuestra salvación:     P+P=P

Esta no es una formula matemática P+P=P es una FORMULA ESPIRITUAL.

Esta formula la aprendió uno de los dos ladrones que acompañaban a Cristo en la cruz:

“Jesús, acuérdate de mi cuando comiences a reinar. 

Jesús le contesto: Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Juan 23,42-43)

El famoso ladrón, arrepentido aprendió el significado  p+p=p. por eso obtuvo la misericordia y el Perdón.

Por tanto si usted todavía no se dio cuenta la formula espiritual que asegura nuestra salvación significa: PECADO +  PERDON = PARAISO

Esta es una formula que no debemos olvidar, las tres “p” que nos enseña la cruz son las palabras mas decisivas en nuestra vida

No hay Pecado que no pueda ser perdonado

No habrá PARAISO sin antes no haber pedido PERDON por nuestro PECADO.

 

Oración: Amado Señor, gracias por tu misericordia,  gracias por que a pesar de haberte fallado, a pesar de que soy pecador, en la cruz me muestras y me enseñas el camino que tengo que tomar para obtener tu misericordia,  Señor en este momento quiero confesarte todos mis pecados, Señor me arrepiento por haberlos cometido, Señor gracias por que en la cruz me enseñas que mi PECADO, con tu PERDON, me asegura el PARAISO.

Gracias Señor, por este gran regalo.

 

Tarea: Comparta con sus amigos, familiares y hermanos en la fe la formula espiritual que asegura la vida eterna:

                p+p=p  que equivale a: PECADO + PERDON = PARAISO.