La fortaleza se construye con acciones. También se la construye con templanza.
La fortaleza es convicción. Y es, al mismo tiempo, humildad.
La fortaleza es ambiciosa, y también paciente. Es enfocada, y honesta.
La fortaleza es perseverante, avanzando constantemente a pesar de los desafíos. La fortaleza es flexible, adaptándose a un entorno cambiante y sin hacer concesiones respecto de su intención original.
La fortaleza no necesita ser ostentosa ni presumida. Porque la verdadera fortaleza es tranquila, calmada e intensamente efectiva.
La fortaleza es equilibrio, amor y verdad. Fortaleza es decidir vivir como la auténtica persona que realmente eres.
Gabriel Sandler
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