Descartando dudas y preocupaciones

Siendo muy joven, desarrollaste una sorprendente cantidad de nuevas capacidades en un muy corto período de tiempo. Recorriste muy rápidamente el camino desde ser un niño indefenso hasta convertirte en un joven capaz e informado.

¿Cómo pudiste llevar a cabo semejante proceso con tanta rapidez? Una de las razones más importantes por las que avanzaste tan rápidamente fue que no estabas estado preocupado por equivocarte.

Por supuesto cometiste tu parte de errores. Te caíste mientras aprendías a caminar y usaste las palabras equivocadas mientras aprendías a hablar.

Y sin embargo perseveraste, sin dejarte amilanar por tus equivocaciones y sin que la perspectiva de cometer más errores te lo impidiese. Mantuviste una fe inquebrantable en cuanto a que finalmente lo harías correctamente, y así lo hiciste.

Si sólo te concentras en evitar equivocarte, también estarás evitando conseguir lo que te propongas. Estar constantemente preocupado por la posibilidad de hacerlo mal te impide hacerlo bien.

Decide aprender una importante lección más, del rápido progreso que conseguiste siendo niño. Destierra de tus esfuerzos las dudas y las preocupaciones, y verás cuánto más rápidamente podrás avanzar.

                                                                   Gabriel Sandler