No es casual que sientas compasión de otro ser humano. Es Mi corazón que inspira en el tuyo el afán de orar y acompañarlo en su dificultad.
TE PERDONO
No tengas miedo de que no te haya perdonado algunas de las cosas que hiciste mal o el daño que ocasionaste a otros. El momento en que me pediste que te purificara de tus pecados y fuera tu Salvador, te perdone no sólo lo que habías hecho hasta entonces, sino también todos los errores presentes y futuros.
Nada de lo que hayas hecho o vayas a hacer podrá despojarte del amor que abrigo por ti.
Tampoco tienes que preocuparte de que vayas a seguir sintiendo remordimiento cuando llegues al Cielo. Es más, ni siquiera tienes que sentir remordimiento por esas cosas ahora.
¡ Libérate de ella!
Cuando Yo te de la bienvenida, no experimentaras otra cosa que alegría y regocijo.
Estaré inmensamente feliz de tenerte a Mi lado.
No pierdas ni un momento mirando hacia atrás.
El remordimiento es impotente para alterar el pasado.
Sólo mengua tu alegría y reduce tus posibilidades de ser feliz y de gozar ahora mismo de paz interior.
DE JESÚS,CON CARIÑO.