Dios Escucha Nuestras Oraciones
Orar no es repetir una y otra vez frases comodines
aprendidas de memoria. No, orar es dirigirse a Dios al igual que un hijo habla a su padre,
con confianza y respeto. Millones de personas en toda la tierra pueden hablar con el
Señor al mismo tiempo, pues ningún pensamiento de ningún hombre puede escapar a
su perfecto conocimiento.
Varios Salmos de David así lo afirman: Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme
Todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua,
y he aquí, oh Señor, tú la sabes toda los cielos miró el Señor; vio a todos los hijos
de los hombres; desde el lugar de su morada miró sobre todos los moradores de la tierra
Orar es exponer a Dios nuestras tristezas y necesidades, también es darle gracias.
Es tener la seguridad de que él escucha y responde según su conocimiento perfecto de lo
que es bueno para cada uno de los suyos. Si nos habla por medio de su Palabra, la Biblia,
quiere que nosotros también le hablemos por medio de la oración.
Dios es amor, y el hecho de que nos escuche es la prueba de ello.
Con Cariño Y Mucho Amor!!
Carlitos