LA UNIDAD EN LA IGLESIA
Los cristianos debemos vivir unidos, aunque la unión no quiere decir uniformidad. Debemos acostumbrarnos a vivir respetando a otros que opinan de diferente manera y difunden con convicción y en conciencia otras opiniones.
La unión tiene que ser de corazones y de espíritu. Deben aunarse el amor a Dios, el Dios manifestado plenamente en Jesucristo, y el amor a los hermanos.
Bueno sería escribir en las paredes de nuestra casa la norma que San Agustín de Hipona, en el siglo IV, señalaba a la Iglesia: “en lo necesario, unidad; en lo opinable, libertad; en todo, caridad”.
(Francisco Baena)