Y Todas Las Estrellas Ríen Dulcemente

Se sentía muy bien caminando por el bello jardín de lindas flores, 

era uno de esos días soleados de invierno y David se envolvía de

 emoción cada vez que pensaba en ello…acababa de ser padre.

Embriagado por la dulce fragancia de las rosas se acercó a la

viejecita que las vendía y compro media docena para su esposa.

Con ellas en la mano emprendió su camino, cuando escucho la frágil 

voz de la vendedora que le decía" Leonor es un lindo nombre", 

quedo intrigado por lo misterioso y oportuno de sus palabras 

y esa misma noche junto con María su esposa decidieron

El nombre para su bebe, se llamaría Leonor.

Finalmente habían encontrado un nombre que les gustaba mucho a los dos.

Desde ese día David, cada semana, se acercaba paseando a la 

salida de su trabajo y visitaba a la anciana, a pesar de su

humilde aspecto parecía limpia y agradable, lo miraba con 

fuerza, como desafiando las arrugas de su piel, 

pero con un cariño especial, incomprensible.

Dos años más tarde cuando un problema amenazaba 

la armonía de su matrimonio, tan feliz hasta ese 

momento, la viejecita le dijo " que importante es la música”.

Entonces el recordó las épocas felices, cuando María disfrutaba 

de esos conciertos a la luz de la luna y de esas noches de 

teatro en las que viajaban en el tiempo disfrutando de cada momento.

Compro un gran ramo de rosas y dos entradas para el concierto 

de la filarmónica de Viena que estaba de gira por su ciudad 

y escribió una tarjeta que decía: "cariño que la música hable por mí, te quiero".

María quedo encantada por el gesto y así recuperaron la

magia de su amor, David comprendió que por culpa de las 

preocupaciones cotidianas había estado peligrando su felicidad.

Pasó algún tiempo y David estaba a punto de concretar 

el sueño de su vida: el campo, un deudor importante le había 

ofrecido como pago uno de sus terrenos, aquella tarde 

antes de su cita con él, 

sus pasos le encaminaron hacia el jardín donde se encontraba

La vendedora, ella con una sonrisa en los labios le dijo: 

" la esperanza es la mejor virtud" él le dio la razón y por 

primera vez le pregunto su nombre, angélica, le contesto la anciana.

Él se alejó sumido en sus pensamientos…Angélica, 

casualmente se llamaba como su madre, a la cual el casino había conocido.

Cuando llego a su esperada cita el deudor le ofreció dos terrenos,

uno se llamaba" los mimbres" y el otro "la esperanza"

Todos los allí presentes se asombraron de la rapidez de su

 decisión y feliz emprendió su marcha hacia el jardín donde 

seguro lo estaba esperando la vendedora de rosas, dispuesto 

a hacer algo importante por ella, pero se equivocó, la busco y 

no la encontró, solo encontró una rosa bellísima en el suelo ,

la cogió y con ella en la mano fue a hablar con los vecinos 

del lugar, ninguno de ellos había visto nunca  a la anciana 

por allí… pasaron los años, María y David eran felices viendo

 crecer a sus nietos fruto del matrimonio de su hija

 Leonor, a la que le apasionaba la música como a su madre.

Una noche de invierno estaba la familia reunida junto a la 

chimenea del hogar cuando Raúl el más pequeño de sus nietos

 le dijo a su abuelo" abuelito yo quiero mucho a mi mama y ella 

me corresponde, por eso siento tanto el que tu no conocieras a la tuya".

David se quedó pensando unos segundos, luego sonrió y

pausadamente le dijo, ¿sabes Raúl? No estoy muy seguro de ello.

 

Con Cariño Y Mucho Amor!!