El trabajo intelectual intenso demanda mucha dedicación y puede llegar a agotarte, dedica unos tres o cuatro minutos en la mañana y otros tantos en la tarde, para que hagas un vacío mental en completo reposo; así te librarás del cansancio acumulado que te puede llevar al estrés o al agotamiento. Lograrás así mayores niveles de eficiencia.