Que nuestra alegría sea plena.
2015-05-07
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, yo quiero ser tu amigo, quiero querer lo que Tú quieres y no querer lo que Tú no quieres. Refuerza este deseo profundo de mi corazón: cumplir en todo tu voluntad; abrazarme y confiarme en tu gracia y misericordia para vivir el mandamiento supremo del amor.
Petición (pide lo que buscas conseguir en esta meditación)
Señor, ayúdame a vivir en Ti, por la vida de gracia, para poder cumplir tus mandamientos y vivir la plenitud de tu alegría.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 15, 9-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena".
Palabra del Señor.
Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)
«Queridas familias, el Señor conoce nuestros cansancios, los conoce y los pesos de nuestra vida. Pero conoce también nuestro deseo profundo de hallar la alegría del alivio. ¿Se acuerdan? Jesús dijo: ´Vuestra alegría sea plena´. Jesús quiere que nuestra alegría sea plena.
Lo dijo a los apóstoles, y hoy lo repite a todos nosotros. Así, esta es la primera cosa que quiero compartir con ustedes en esta tarde, y es una palabra de Jesús: ´Venid a mí, familias de todo el mundo -dice Jesús- y yo les aliviaré para que vuestra alegría sea completa´.
Y esta palabra de Jesús llévenla a casa, en el corazón, compártanla en familia, él nos invita a ir hacia él para darnos a todos la alegría.
La segunda palabra, la tomo del rito del matrimonio. En este sacramento, quien se casa dice: ´Prometo serte fiel, amarte y respetarte, en la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad, y de honrarte y amarte todos los días de nuestra vida´. En aquel momento, los esposos no saben qué sucederá, no saben cuáles son las alegrías y las tristezas que les esperan. Parten, como Abrahan; se ponen juntos en camino. Esto es el matrimonio, partir y caminar juntos, de manos dadas, entregándose en la mano grande del Señor. Mano en la mano por toda la vida y sin hacer caso de esta cultura de lo provisorio que nos corta la vida a pedazos.
Con esta confianza en la fidelidad de Dios, todo se enfrenta, sin miedo, con responsabilidad. Los esposos cristianos no son ingenuos, conocen los problemas y los peligros de la vida. Pero no tienen miedo de asumir la propia responsabilidad, delante de Dios y de la sociedad. Sin huir ni aislarse, sin renunciar a la misión de formar una familia y traer al mundo hijos.» (S.S. Francisco, discurso en la Jornada Mundial de la Familia, 26 de octubre de 2013).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. ¿Qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hacer una oración especial con mi cónyuge para pedir la renovación de la gracia del matrimonio. Si no estoy casado(a), hacer una oración por la fidelidad de los matrimonios.