En una olla de arroz (Hitachi), ponga las dos tazas de arroz crudo con la cucharada de aceite y los vegetales congelados. Cocine como lo hiciera normalmente para hacer arroz blanco.
En lo que se cocina el arroz, revuelva los huevos en un bol y, en un sartén grande de teflón, fríelo como revoltillo (sin sal). Sáquelo y ponlo al lado.
Pique el pollo en trozos pequeños que quepan en una cuchara y sazónelo con la salsa de soya (ojea la cantidad de salsa, notando que es bastante salada). Páselo por el mismo sartén que el huevo hasta que esté dorado y bien cocinado, y ponlo al lado.
Pique el jamón en trozos del mismo tamaño que los del pollo. Páselo por el sartén con una pisca de salsa de soya hasta que se dore. Tambien ponlo al lado.
Bañe los camarones después de limpiar en salsa de soya y páselos por el sartén hasta que estén bien cocinados. Ponlos con los demás ingredientes.
Agrégele un poco de aceite a la parte abajo del sartén y empiece a introducir cucharadas del arroz cocinado al sartén. Vaya poniendo un poco del pollo, jamón, camarones y huevo, manteniendo las proporciones de cada ingrediente más o menos igual.
Échele salsa de soya poco a poco al arroz en lo que lo va friendo, hasta que tome un color café clarito (la salsa es más fuerte de lo que parece-- es mejor ir midiendo poco a poco que echarle más de lo debido).
Cuando parezca que ya casí este bien frito el arroz, agrégele los frijoles chinos (esto lo hacemos tarde para que se mantengan crujientes).
Pique los cebollinos en pedazos pequeños y agrégalos despues de apagar el fuego.