
Primera parte: mi alma le dice a Jesús: “no sé”, y Jesús le contesta a mi alma…
Mi alma: "no sé” qué decir…
Jesús: es que no tienes que decir nada, tan sólo escucha.
Mi alma: "no sé” cómo comenzar…
Jesús: es que no hay que comenzar lo que inició desde toda la eternidad. Yo te amé con amor eterno.
Mi alma: "no sé” cómo entrar en presencia de Dios…
Jesús: me tienes dentro, busca bien, eres templo de Dios, haz silencio
Mi alma: "no sé” qué hacer en la oración…
Jesús: no tienes que hacer nada, sino dejarte mirar por mí, escucharme, lo demás, llega sólo.
Mi alma: “no sé” cómo escuchar…
Jesús: mi Palabra es eterna, inclínate hacia tu corazón, escúchalo, ahí está grabada

Segunda parte: la oración del “no sé” en algunos personajes del Nuevo Testamento
Magdalena: “no sé” perdonarme…
Jesús: no tienes que perdonarte, Yo te perdono y te levanto con dignidad, porque eres hija de un Rey.
Tomás: “no sé” cuál es el camino…
Jesús: ¿no ves el camino? Soy Yo, tócame, si te sujetas de mí y caminas a mi lado ya estás en el Camino y llegarás a la Verdad y la Vida.
Felipe: “no sé” quién es el Padre, no lo veo…
Jesús: quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. Yo hago lo que es de su agrado.
Pedro: “no sé” caminar sobre el agua…
Jesús: fija en mí la mirada y podrás caminar sobre cualquier obstáculo. Si quitas tu mirada, te hundirás.
Samaritana: "no sé” dónde puedo saciar mi sed…
Jesús: ven a saciarte en mi fuente, Y soy el Agua que salta hasta la vida eterna.
Lázaro: "no sé” cómo asumir el dolor y la muerte…
Jesús: ¡no temas!, Yo Soy el Médico y la Medicina; la Resurrección y la Vida. El que cree en mí no morirá para siempre.
Zaqueo: "no sé” cómo llenar el vacío de mi vida…
Jesús: déjame entrar en tu casa y llenarte con mi compañía.
Juan: "no sé” permanecer de pie junto a la cruz sin sentirme desfallecer…
Jesús: si te caes, yo te sostendré. La fidelidad pasa por la valentía de reconocer que sin mí nada puedes, que tu fuerza soy yo.
Marta: "no sé” qué hacer con mis cansancios y preocupaciones…
Jesús: siéntate a mis pies, escucha mis Palabras, no te afanes tanto, no necesito que hagas mucho sino que ames mucho.
Buen ladrón: "no sé” cómo reparar mi daño, devolver lo que he robado…
Jesús: déjame robarte el corazón y llevarlo conmigo al cielo.
Ejercicio para la oración:
Puedes ponerte en presencia de Dios y presentar tus “no sé”… a Cristo, escuchando cómo Él te va respondiendo y así, dejar que te llene de su sabiduría. Nosotros “no sabemos”, Él es la sabiduría infinita que nos ama, nos conoce y nos abraza.
Nos quiere enriquecer y por eso: “si quieres saber algo, no quieras saber algo en nada” (San Juan de la Cruz, Subida al Monte Carmelo)
Autor: P. Guillermo Serra, L.C