Quince minutos con el Ángel Custodio

Cuídame la fe.

Querido Ángel Custodio mío, hoy quiero pedirte especialmente para que me cuides la fe que tengo en Dios, porque en estos tiempos el demonio hace de todo para que cada vez sean más las almas que pierdan la fe, sin la cual es imposible agradar a Dios.

Por eso quiero pedirte, querido Ángel mío, que me cuides este don precioso de la fe, para que pueda estar de pie en la segunda venida del Señor, y no precipite en el abismo el día de la Manifestación de Jesucristo como Juez de vivos y muertos.

Con la vorágine del mundo y los adelantos técnicos y científicos, el hombre está creyendo erróneamente que se puede prescindir de Dios, y descubrirá que no es así por medio de un gran fracaso.

Ojalá yo profundice cada vez más en la fe, y crea cada vez con más fuerzas en Dios, para que esté protegido contra los dardos encendidos que arroja el Maligno. Pero yo puedo hacer muy poco frente a un enemigo que es más poderoso, y es por ello que te pido con toda mi alma que me cuides la fe, querido Ángel de mi Guarda, para que camine confiado por el camino de la vida. Porque sé muy bien que sin fe no se puede vivir, y si no creo en el Dios verdadero, terminaré creyendo en ídolos, en el dinero, en el poder, en el placer, en el hombre, es decir, en Satanás.

Entonces te ruego que me protejas de esta idolatría y me conserves la fe verdadera.