Tomar conciencia de que el amor puede ser una adicción, dice Susan Peabody, ayuda a quienes la padecen a sentir menos vergüenza por sufrir la angustia post quiebre, porque su condición se legitima como enfermedad mental.
Peabody, autora del libro “Addiction to love”, fundó el Love Addicts Anonymous (LAA), un organismo que pretende ofrecer un espacio a los adictos al amor.
Incluso, y tal como lo hacen otros grupos de apoyo a drogadictos y alcohólicos, entregan sus “Doce pasos” para ayudarse a controlar los impulsos y también comparten lo que llaman sus “Doce promesas”, enfocadas a dar ánimo al adicto que está tratando de superar su “abstinencia” de amor. Estas son:
1.- Tengo una nueva sensación de libertad, porque dejo atrás el pasado.
2.- Tengo fe y confío en mis futuras relaciones.
3.- Me puedo sentir atraído por alguien sin enamorarme en una sola noche y puedo enamorarme, sin llegar a ser obsesivo/a.
4.- Si el amor me llega a abrumar, no lo demostraré con actitudes adictivas.
5.- Puedo identificar las diferencias entre fantasías y realidad.
6.- No tengo que controlar a la gente que amo ni dejar que ellos me controlen a mí.
7.- Experimento mis relaciones de forma individual, una a la vez, y no me involucro con personas que no están disponibles.
8.- Si mis necesidades básicas no son satisfechas, puedo terminar mi relación.
9.- No hago por los demás lo que deberían hacer por ellos mismos.
10.- Puedo dejar a cualquier persona que abusa de mí, verbal o psicológicamente.
11.- Me amo tanto como amo al resto.
12.- Busco en mi poder superior la fuerza, guía y voluntad para cambiar.