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Cuando la brisa de invierno,
Se cuela por mi ventana,
Y mis recuerdos se pierden,
Como las nubes en la mañana.
Me imagino tu sonrisa,
Me imagino tu cama,
En las cosas bellas,
Que te pasaran mañana.
Y solo deseo ver tu risa,
Y dejarme llevar por tu mirada,
Que difícil es conocerte,
A través de mi pantalla.
Que hasta mis propios recuerdos,
Se convierten en murallas,
Podrás oír mi voz,
De alguien que te llama.
En el silencio de tu corazón,
Quiero encender mi llama,
Iluminar tu vida,
esa luz que me reclama.
Y borrar esos pesares,
Que oscurecieron tu alma,
Esa soy yo,
La que te piensa, la que te extraña.
La que espera paciente,
A ver si me llamas,
El lector enternecido,
de leer de tus palabras.
Y buscar una razón,
para sentirte en mi almohada,
Como un sueño delicioso,
del que nunca despertara.
D/A
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