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Así, imperceptible, como la nada, camina desmadejado , el vagabundo. Transitando la vida, ajeno a todo, guardando avaro sus emociones, en un no ser infinito, sin esperas, ni deseos, con su marcha de indolencias . accidentes en sus días son el frío y el calor, las personas que tropieza son borrosas y lejanas, personajes ajenos que no quiere conocer ... sólo siente su realidad, sus días largos, siempre iguales, sin prisas, sin deseos, sus noches largas, que sólo cambian siendo a veces calurosas y otras de un hielo de muerte . Ni siquiera el hambre lo arranca de su mutismo. Y sigue así, esperando nada, en su lento transitar, por la senda que parece no tener fin .
original
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