Tuve la idea de conocer Praga desde hace muchísimos años, Jorge, luego de ver un documental titulado “La Praga de Mozart”, ciudad donde el compositor obtuvo mucho éxito. Afortunadamente no sufrió daños durante la guerra y pudo mantener su hermosa arquitectura hasta hoy. La calle donde se tomó la foto pertenece a la Mala Strana o pequeño barrio, donde se sitúan bellas construcciones antiguas muy visitadas por turistas. Demoramos el viaje por causas de fuerza mayor hasta mediados de julio, el peor mes para conocer el hemisferio norte, porque todos están de vacaciones y hay aglomeraciones en todas partes. Nos faltó tiempo para visitar todo lo que planeamos y nos prometimos volver (jejejejeje, siempre se promete eso). Busqué por cielo y tierra títeres parecidos a los que empleaba Jri Trnka en sus películas, pero sin encontrarlos. Sólo por no volver con las manos vacías, compré uno cualquiera. Vimos una ópera con estos muñecos y una representación de mimos. Magnífica. Confieso que jamás me atreví a acercarme al grupo de mimos que tenía en Santiago mi coterráneo y contemporáneo Alejandro Jodorowsky, pero me hubiera fascinado hacerlo, sólo pude cumplir el deseo de actuar en pantomima en mis últimos años.

Visitamos museos y palacios de la ciudad y sobretodo caminamos y caminamos por el centro de la ciudad que se mantiene pavimentada con pequeños adoquines que son reemplazados apenas lo necesitan. No muestro otras fotos porque no las he escaneado.