Sepa yo cuán frágil soy...
Me recuerdas otra vez que no soy nada
que tu pusiste límite a mis días
que no traspasaré los linderos de tu marca
y que has determinado el destino de mi vida.
Por qué entonces vivo a veces como si no lo supiera
como si no fuera consciente de mi fragilidad
hazme saber Señor el fin que me espera
para que tema a tu nombre y proclame tu verdad.
El mundo nos arrastra hacia sus costas
de vagos deleites y absurdo placer
mas tú Señor me invitas a ir mas allá de esas cosas
y a sumergirme en las profundidades de tu ser.
Batalla mi alma contra mis deseos
y dar lugar a los tuyos es lo que quisiera
ayúdame Señor a cumplir tus anhelos
y quitar la vista de cosas perecederas.
Pasa mi vida como un torbellino
como fugáz rayo en una tormenta recia
tú ya has planeado mi destino
aunque yo lo tuerza muchas veces por ser necia.
Miro a mi alrededor y me doy cuenta
cuan vacías y tristes son las miradas
aún aquellos que una sonrisa muestran
esconden un dolor tras esa cara.
Corren en una carrera absurda
sin saber hacia donde se dirigen
qué es lo que quieren, qué buscan
o qué cosas realmente persiguen.
Y es que nada llena el corazón
ya lo dijo un sabio, todo es vanidad
por qué entonces buscan sin razón
apagar una sed que sólo Dios puede saciar.
Lo sé, Papá, es mi responsabilidad
contarle al mundo quien es el camino
pues sólo hay una única verdad
y me la has revelado para que sea tu testigo.
Ayúdame Papá a aprovechar mi tiempo
el que me das cada día para bendecir y amar
pues sólo lo que haga en Tu nombre será eterno
y de éste mundo nada me podré llevar...
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