Un río desbordado por súbita crecida, inunda en cierta ocasión un huerto, destrozando hierbas y plantas.
Entre otras cosas, arrancó dos calabazas, arrastrándolas con la corriente.
Las calabazas avanzaban flotando; una de ellas más ligera emergía que la otra, que apenas si sobresalía del agua.
La primera calabaza, orgullosa, empezó a burlarse de su compañera:
-No te da vergüenza?
Acaso tienes miedo? Mírame a mí ¡ qué bien floto y que bien me sostengo en la superficie!
Puedo competir con la ola en velocidad...
Pero una rana, que la oyó, quiso poner las cosas en su punto:
-No te des tanta importancia, amiga.... -le dijo- quieres que te diga porque flotas mejor que tu compañera? ¡Pues, porque estás vacía por dentro!
¡Cuántos hay que se envanecen con el mismo motivo!.... |
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