**Athenas, la cuna de las artes bélicas, lugar proclamado santo desde tiempos inmemoriales cuando Athenea; la diosa de la guerra justa dio cuna y protección a la tierra, habitada por los seres humanos, quienes debido a su crecimiento, su espíritu es joven y su alma impetuosa, imprudentes incluso, soberbios, pero mas que nada devotos y leales, cualidad única entre todas las entidades del cosmos. Predilectos son algunos y de entre ellos, los más fuertes, llamados Caballeros, integran la columna esencial cuyo deber es proteger la paz y la justicia del planeta. Quienes habitan el Santuario, en Grecia, han sorteado a travez del tiempo... Grandes y heroicas batallas, de las cuales, la ultima Guerra Santa, fue el principio de la maldad que a vuelto a desatarse en el mundo. Athena peligra, el Santuario esta siendo nuevamente asediado. -Han venido...- son las palabras que emite aquel sinuoso personaje postrado en su imponente trono dorado al fondo del Gran Salón, templo mayor donde habita el representante de Athena en la tierra, llamado por todos, Patriarca. Pues es él quien en toda su sabiduría asiste en su nombre cuanto designio sea asignado, a voz misma de Athena. El mayor entre los 88 Caballeros. aquel que ocupa la cuarta estrella en la orden del Zodiaco, uno de los antiguos y mas veteranos caballeros dorados, Sage de Cáncer. Quien en su ilustre carácter, se muestra tranquilo, en toda su imponencia que refleja humildad y la mas serena quietud, sentado inofensivo en su asiento, su alto porte no desfallece ante la vibración que se genera por las bisagras de la gran puerta, que abren de par en par, revelando a aquella entidad rebosante de maldad frente a su ilustre presencia, -Jhummm...- murmura inexpresivo, debido a la mascara que cubre completamente su rostro, aquel ser que a llegado reboza de un alma podrida y oscura, la cual a identificado el maestro incluso desde su llegada al Santuario, -No eres bienvenido, tampoco eres digno de estar aqui, retírate junto con tus esbirros en este mismo instante, pues ninguno de ustedes vera a Athena, no importa quien se atreva a venir ante mi!- asevera con un grave tono, mismo ruge en un violento eco que figura hacer vibrar los altos muros del majestuoso recinto.**