Peticion de Pandora - « Saint Seiya The Lost Canvas

**Una pronunciada oscuridad es la atmosfera que envuelve a una imponente alcazaba que se levanta en medio de un panomara lleno de muerte y desolacion; sitio, cuyos pasos estan restringidos desde los tiempos epicos a cualquier ser humano que ostente desafiar la voluntad divina que se trasciende de la misma muerte. En su interior, un vivaz juego de elegancia y solemnidad remarca cada rincon que emergue de tan soberana estancia desde la cual, se proyecta la implacable voluntad del emperador del inframundo. En medio del letargo silencio que circunda en el ambiente de la gran Giudecca, unos firmes pasos van haciendo eco en cada pared a la vez que la sombra de una femina figura va siendo reflejada por el intenso brillo de las antorchas que engalanan el inmortal sitial del Dios de los muertos, mostrandose ante su magnanino destello el azabache pasar de un largo vestido adornado de pequeños vuelos blanquecnos, los cuales se abren mostrandose a cada paso en donde aquel sencillo vestuario muestra un atrevido corte diagonal en el que una de sus piernas resalta en el andar dejando el entrever de una sensual liga abrazando la cara posterior de su muslo, el cual sube por unas torneadas caderas sincronizando con la esbeltez de su cintura, contrastando con la redondez de sus pechos, los cuales se marcan bajo la esculpida mirada de sus negras orbes,que ocultas bajo la mascarada de la penumbra provocan que sus labios delineen la hermosura de la muerte bajo una centelleante y seductora sonrisa. En eso, los pasos de la joven doncella embellecida por el reflejo de la oscuridad del mundo de los muertos llegan hacia el sitial donde la enimagtica figura de aquel divino ser que se halla emergido totalmente en la creacion de una bella pintura que representa el emblematico deseo de un nuevo mundo bajo sus manos. -Alone sama, mi lord. Aqui ante usted se halla quien siempre velara por su bienestar e intereses- musita la doncella de mirada fria y seductora a la vez mientras su cuerpo esboza una respetuosa reverencia hacia su joven Dios. **