Qué fácil es ser papá cuando la única obligación es traer un tarro de leche.
Qué fácil es ser papá cuando no tienen que trasnocharse para alimentar a su hijo o cambiarles un pañal pero sí se la pasan trasnochado en fiestas. Qué fácil es ser papá cuando no tienen que soportar el llanto de su hijo enfermo.
Qué fácil es ser papá cuando no tienen que hacer sus cosas con una sola mano y en la otra sostienen a su bebé. Qué fácil es ser papá cuando no saben que es no comer o no poderte arreglar porque tu hijo no te da tiempo. Qué fácil es ser papá cuando no saben diferenciar el llanto de tu bebé y sólo lo regañan diciendo que esta malcriado, sin saber si tiene hambre, sueño o le duele algo. Qué fácil es decir que eres el papá y publicar fotos de su paternidad cuando lo único que saben de su hijo es su nombre, porque de resto no se dan a la tarea de pasar más tiempo con él para que sepan en realidad qué es ser un papá. Qué fácil es ser papá cuando no están dispuestos a renunciar a su libertad para dedicarse a su hijo, porque dicen que necesitan su "espacio" y no saben que eso que llamamos nuestro espacio ya no es nuestro, es de nuestros hijos. En fin qué fácil es ser papá cuando no soportan el dolor de parir, de amamantar, de cargar tu hijo después de una cesárea, o ir al baño después de un parto, cuando no saben qué es no volver a dormir tranquilo por cuidar el sueño de alguien más, no saben qué es renunciar a su libertad para dedicarse a su hijo. Qué fácil es ser papá ahora que tu bebé está pequeño y necesita también de ti, de tu tiempo... Pero qué difícil será cuando el tiempo pase y tu hijo crezca, y te hayas perdido el mejor momento para poderlo tener en tus brazos y abrazarlo, porque para cuando eso pase tal vez ya no necesite de ti, porque su mamá lo fue todo para él.