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La luna...

Has pensado en cómo es nuestra relación sexual? Recuerdas alguna noche? Fijaste en tu mirada mi rostro cuando hacemos el amor? Mis gemidos en tu oído? Mis besos en tu boca? Mi sabor en tu saliva, mi olor en tu cuerpo?
Imaginas cómo te veo yo cuando cierras los ojos y suspiras de amor y placer? Sabes que tus ojos son hermosos cuando los abres después de un suspiro?
Y tu cuerpo?
Recostado sobre la almohada te verás colosal, blanco, suave y fuerte a la vez. Y yo ahí, donde más te gusta, vibrando con magia y dejando caer mis rubores sobre tu falo infinito. Tu falo infinito, eterno, magnífico, hermoso, sagrado.
Así seré yo desde tus ojos? Así te siento y te disfruto y me disfrutas y me amas y te amo, y me adoras y te adoro, y juntos giramos al compás del viento que lamenta no amar a la brisa con la ternura que tú me idolatras.
Y tus manos? Tocando la luna en caprichosas formas, ya redonda, ya menguante, ya creciente, ya llena. La luna lame nuestros cuerpos con su brillo, baña nuestras almas con su luz y eleva los espíritus a la sublime perpetuidad del silencio, después del vagido final.
Y, conjuncionados a un ritmo, tú y yo creamos colores y diseños nuevos y sabores nunca antes percibidos. Y nacemos y morimos y revivimos a cada instante, en cada roce de nuestros dedos, en cada pétalo que desgajamos de la rosa roja que nos dio la vida.
Rosse Marie Caballero


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