"Mi espalda… tu perdición."

Mi espalda se arquea bajo tu mirada,
Cómo si ya supiera que tus manos no tardarán en recorrerla,
Cada vertebra es un camino para ser explorado,
Cada curva es un secreto que solo tú puedes descubrir.

Siento tu aliento cerca,
Rozando mi piel,
Y un estremecimiento me recorre de la nuca hasta la base de mi columna.

Tu presencia despierta un fuego que no se apaga con palabras,
Es pura necesidad, pura lujuria contenida.

Tus dedos empiezan a dibujar sobre mi espalda,
Suaves, insinuantes y yo me inclinó hacia ti,
Ofreciéndome sin miedo,
Pidiendo sin palabras que me hagas tuya.

Cada roce es un juego de control y rendición,
Una chispa que enciende mi piel.

Mi respiración se acelera,
Cuando tú mano se desliza más abajo,
Recorriendo mi costado,
Y mi cuerpo responde antes de que tú siquiera lo pidas,
Gemidos, suspiros,
Y la tensión que crece entre nosotros de deseo y urgencia.

Tu boca encuentra mi cuello,
Mi piel se eriza,
Tus labios y tu lengua…
Dejan un rastro ardiente que me hace inclinarme más,
Implorando sin palabras.

Siento tu cuerpo junto al mío,
La presión de tus manos,
Y me pierdo en la sensación de ser deseada,
De ser tuya en cada caricia y cada suspiro.

No hay prisa…
Solo la tensión que nos consume,
La anticipación que hace que cada movimiento sea más intenso,
Más electrizante.

Mi espalda…
Es tu perdición y en ella te entrego todo,
El temblor compartido,
La lujuria de dos cuerpos que se reconocen,
Y se devoran en un juego de deseo.

Anvar Zu.