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| De: Zenobia  (Missatge original) | 
Enviat: 28/10/2018 10:06 |   
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:28 |  
 
	
		
		
			
				
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				TRISTEZAS 
  
				
					Nuestro dulce primogénito, 
					que sabe sentir y amar, 
					con tu recuerdo perenne 
					viene mi pena a aumentar. 
					 
					Fijo en ti su pensamiento, 
					no te abandona jamás: 
					sueña contigo y, despierto, 
					habla de ti nada más. 
					 
					Anoche, cuando, de hinojos, 
					con su voz angelical 
					dijo las santas palabras 
					de su oración nocturnal; 
					 
					cuando allí junto a su lecho 
					sentéme amante a velar, 
					esperando que sus ojos 
					viniese el sueño a cerrar, 
					 
					incorporándose inquieto, 
					cual presa de intenso afán, 
					con ese acento que al labio 
					las penas tan sólo dan, 
					 
					exclamó como inspirado: 
					"!Tú no te acuerdas, mamá? 
					El sol ¡que bonito era 
					cuando estaba aquí papá!" 
				
					  
				
					
					Salomé Ureña de Henríquez 
  
				
					  
				
					 
					 
  
				
					  
				
				    
				
				  
				
					  
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:30 |  
 
	
		
		
			
				
				
					
						
						
							
								
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								 No 
								perdamos el tiempo 
								 
								Si el mar es infinito y tiene redes, 
								si su música sale de la ola, 
								si el alba es roja y el ocaso verde, 
								si la selva es lujuria y la luna caricia, 
								si la rosa se abre y perfuma la casa, 
								si la niña se ríe y perfuma la vida, 
								si el amor va y me besa y me deja temblando. 
								¿Qué importancia tiene todo esto, 
								mientras haya en mi barrio una mesa sin patas, 
								un niño sin zapatos o un contable tosiendo, 
								un banquete de cáscaras, 
								un concierto de perros, 
								una ópera de sarna? 
								Debemos inquietarnos por curar las simientes, 
								por vendar corazones y escribir el poema 
								que a todos nos contagie. 
								Y crear esa frase que abrace todo el mundo; 
								los poetas debiéramos arrancar las espadas, 
								inventar más colores y escribir padrenuestros. 
								Ir dejando las risas en la boca del túnel, 
								y no decir lo inti1no, sino cantar al corro; 
								no cantar a la luna, no cantar a la novia, 
								no escribir unas décimas, no fabricar sonetos. 
								Debemos, pues sabemos, gritar al poderoso, 
								gritar eso que digo, que hay bastantes viviendo 
								debajo de las latas con lo puesto y aullando, 
								y madres que a sus hijos no peinan a diario, 
								y padres que madrugan y no van al teatro. 
								Adornar al humilde poniéndole en el hombro  
								                                             
								nuestro verso; 
								cantar al que no canta y ayudarle es lo sano.  
								Asediar usureros y con rara paciencia 
								convencerles 
								                                             sin 
								asco. 
								Trillar en la labranza, bajar a alguna mina;  
								ser buzo una semana, visitar los asilos, 
								las cárceles, las ruinas; jugar con los 
								párvulos, 
								danzar en las leproserías. 
								Poetas, no perdamos el tiempo, trabajemos, 
								que al corazón le llega poca sangre. 
								
									 Gloria fuertes 
								
									  
								
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:32 |  
 
	
		
			
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			Siempre hay alguien 
			 
			Quitaros esa máscara, 
			la tristeza no es más que una careta, 
			puede durar tanto como tardes en quitártela tú mismo, 
			prueba. 
			Estás provocándote llanto artificial, hermano; 
			he dicho hermano y debí decir amante. 
			Nos cogemos las manos y no decimos que se siente nada. 
			Poco a poco se va mezclando nuestra sangre en los 
			  encuentros. 
			Un buen día acabaremos por ser la misma cosa. 
			Libres somos. 
			Frecuentamos el dolor porque queremos, 
			como pudiéramos frecuentar el parque. 
			Hablamos de mutuas soledades, 
			hablamos de aventuras que tuvimos, 
			de que todo está lejos, 
			de que es difícil. 
			Y nunca hablamos de esto maravilloso que nos va  
			convirtiendo en ranas. 
			Quién dijo que la melancolía es elegante? 
			Quitaros esa máscara de tristeza, 
			siempre hay motivo para cantar, 
			para alabar al santísimo misterio, 
			no seamos cobardes, 
			corramos a decírselo a quien sea, 
			siempre hay alguien que amamos y nos ama. 
			
				
				  
			
			Gloria fuertes
			  
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:34 |  
 
	
		
			
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			 QUEREMOS 
			SER. 
			 
			Saco las hojas amarillas del geranio 
			y saco una sombra, una escritura. 
			Ese espacio brota, abrirá destinos. 
			Me dejo escribir y callo. 
			Me dejo escuchar. 
			Hurga la mano en la tierra porque es 
			propio del alma buscar un sacrificio oscuro,  
			una sed de raíces nuevas. 
			Nosotros.... generamos el trazo 
			fino,  
			la apertura que dejamos en el ciego  
			y en la controversia de su 
			resplandor. 
			 
			De todos esos equívocos seguiremos 
			naciendo. 
			
				  
			Yanina Magrini
				  
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:36 |  
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:39 |  
 
	
		
			
			
				
					
					
						
							
							
								
									
									
										
											
											
												
													
													
														
															
															
																
																	
																		
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																			LA 
																			DESCONOCIDA  
																			
																			
																			
																			
																			Inclino 
																			mis 
																			recuerdos 
																			
																			sobre 
																			un 
																			vino 
																			nocturno 
																			
																			para 
																			hundirme 
																			en 
																			la 
																			limosna 
																			
																			de 
																			otra 
																			noche. 
																			
																			
																			He 
																			llegado 
																			hasta 
																			el 
																			límite 
																			
																			que 
																			nada 
																			nos 
																			indulta. 
																			
																			
																			Al 
																			filo 
																			del 
																			abismo 
																			
																			de 
																			una 
																			copa 
																			borgoña 
																			
																			debo 
																			precipitarme 
																			
																			para 
																			evadir 
																			el 
																			grito 
																			
																			que 
																			emerge 
																			
																			repentino. 
																			
																			
																			¿Sabrán 
																			reconocerme 
																			
																			cuando 
																			nazca 
																			el 
																			retorno?
																			
																			
																			
																			Teresa 
																			Palazzo 
																			Conti  
																		
																			  
																		
																			  
																		
																			  
																		
																			  
																		
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:40 |  
 
	
		
			
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				El 
				Cuento De Margot 
				 
				Vamos, Margot, repíteme esa historia 
				que estabas refiriéndole a María, 
				ya vi que te la sabes de memoria 
				y debes enseñármela, hija mía. 
				 
				-La sé porque yo misma la compuse. 
				-¿Y así no me la dices? Anda, ingrata. 
				-¡Tengo compuestas diez! -¡Cómo! repuse, 
				¿Te has vuelto a los seis años literata? 
				 
				-¡No, literata no! pero hago cuentos... 
				-No temas que tal gusto te reproche. 
				-Al ver a mis hermanos tan contentos 
				yo les compongo un cuento en cada noche. 
				 
				-¿Y cómo dice el que contando estabas? 
				-Es muy triste, papá, ¿qué no lo oíste? 
				-Sólo oí que lloraban y llorabas. 
				-¡Ah! sí, todos lloramos; ¡es muy triste! 
				 
				Imagínate un niño abandonado 
				de grandes ojos de viveza llenos, 
				rubio, risueño, gordo y colorado 
				-Como mi hermano Juan, ni más ni menos. 
				 
				Figúrate una noche larga y fría, 
				de muda soledad, sin luz alguna, 
				y ese niño muriendo, en agonía, 
				encima de la acera, no en la cuna. 
				 
				-¿En las heladas lozas? -Sí, en la acera. 
				Es decir, en la calle... ¡Qué amargura! 
				-Hubo alguien que pasando lo creyera 
				un olvidado cesto de basura. 
				 
				Yo pasaba, lo vi, bajé mis brazos 
				queriendo darle maternal abrigo 
				y envuelto en un pañal hecho pedazos 
				lo alcé a mi pecho y lo llevé conmigo. 
				 
				Lloraba tanto y tanto el angelito 
				que ya estaban sus párpados muy rojos... 
				y a cada nueva queja, a cada grito 
				el alma me sacaba por los ojos. 
				 
				Me lo llevé a mi cama: entre plumones 
				lo hice dormir caliente y sosegado... 
				¡Cómo hubo en este mundo corazones 
				capaces de dejarlo abandonado! 
				 
				¡Ay! yo sé por mi libro de lectura 
				que estudio en mis mayores regocijos, 
				que ni los tigres en la selva oscura 
				dejan abandonados a sus hijos. 
				 
				¡Pobrecito! yo sé su mal profundo, 
				le curo como madre toda pena; 
				parece que este niño en este mundo 
				no es hijo de mujer sino de hiena. 
				 
				De mi colchón en el caliente hueco 
				duerme para que en lágrimas no estalle; 
				y llorando Margot, mostró el muñeco 
				que en cierta noche se encontró en la calle. 
			
				
				 
				Juan de Dios Peza 
				  
			
				  
			
				  
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:41 |  
 
	
		
			
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				 Ayer 
				y hoy 
				 
				Humilde como el voto del creyente, 
				bendito como el ángel de mi guarda, 
				tímido, solitario, romancesco, 
				fe y esperanza. 
				 
				Como tú, virginal y sin mancilla, 
				como yo, visionario y entusiasta, 
				era el amor que te ofrecí; inocente, 
				como mi alma. 
				 
				Ignoto, como ráfaga perdida, 
				ardiente, como lágrima callada, 
				torcido, desolado, borrascoso, 
				amor de paria. 
				 
				Triste, como el destello de la luna, 
				solo, como la luna solitaria, 
				es el recuerdo de ese amor maldito, 
				como mi alma.  
  
			
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:42 |  
 
	
		
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			 MIS 
			AMORES
			
			Soneto Pompadour
			
			Amo el bronce, el cristal, las 
			porcelanas,
			Las vidrieras de múltiples colores,
			Los tapices pintados de oro y flores
			Y las brillantes lunas venecianas.
			
			Amo también las bellas castellanas,
			La canción de los viejos trovadores,
			Los árabes corceles voladores,
			Las flébiles baladas alemanas,
			
			El rico piano de marfil sonoro,
			El sonido del cuerno en la espesura,
			Del pebetero la fragante esencia,
			
			Y el lecho de marfil, sándalo y oro,
			En que deja la virgen hermosura
			La ensangrentada flor de su 
			inocencia. 
		
			  
		
			  
		
			 Julian del Casal 
		
			  
		
			  
		
			  
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:43 |  
 
	
		
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			Preguntas curiosas.
			
			Un parto en la calle, ¿es alumbrado público? 
			
			¿Por qué apretamos más fuerte los botones del mando a distancia 
			cuando tiene pocas pilas? 
			
			Por qué se lavan las toallas? ¿No se supone que estamos limpios 
			cuando las usamos? 
			
			El mundo es redondo y lo llaman planeta. Si fuese plano, ¿lo 
			llamaríamos redondeta? 
			
			¿Por qué cuando en el coche no vemos algo apagamos la radio? 
			
			¿Por qué los pilotos kamikaze llevaban casco? 
			
			Si un abogado enloquece, ¿pierde el juicio? 
			
			¿Los infantes disfrutan la infancia tanto como los adultos el 
			adulterio? 
			
			¿Que tiempo verbal es "no debería haber pasado"?¿Preservativo 
			imperfecto? 
			
			Una mujer encinta, ¿también puede estar en compact? 
			
			¿Qué cuentan las ovejas para poder dormir? 
			
			¿Por qué las ciruelas negras son rojas cuando están verdes? 
			
			¿Dónde está la otra mitad de Medio Oriente? 
			
			¿Por qué se utilizan agujas esterilizadas para administrar una 
			inyección letal? 
			
			¿Por qué cuando llueve levantamos los hombros? ¿Acaso nos mojamos 
			menos? 
			
			¿Hasta dónde se lava la cara un calvo? 
			
				¿Qué cojones tuvo q estudiar He-man para obtener el master del 
				universo. 
		 
		
			  
		
			  
		
			  
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:46 |  
 
	
		
			
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				La 
				artritis de ...
				
				Un 
				borracho que olía a orujo puro por los cuatro costados se sube a 
				un autobús y 
				
					se 
					sienta con su roñoso bolso y un periódico viejo al lado de 
					un cura. 
				
				Saca 
				una petaca con orujo barato y se toma lo que queda de un solo 
				trago. 
				
					
					Satisfecho agarra el periódico y se pone a leer. 
				
					El 
					cura finge que el borracho no existe y disimula su 
					incomodidad. 
				
					Al 
					rato, el borracho se le queda mirando al cura y le pregunta: 
				
					
					Oiga Padre, ¿Puede decirme qué carajo causa la artritis ? 
				
					El 
					cura molesto, le responde en tono sarcástico: 
				
					
					-Ciertamente la vida profana, el andar frecuentando mujeres 
					mundanas, 
				
					
					los excesos con el tabaco y la bebida, en especial el 
					alcohol; 
				
					
					esas borracheras que terminan en noches de put..s… 
				
					 y 
					muchas más de esas basuras y porquerías… 
				
				-Coooooño, 
				vaya, mieeeeellda!!!! responde el borracho volviendo a su 
				lectura 
				
					El 
					cura al rato, pensando en lo que le dijo al pobre infeliz, 
				
					se 
					conduele y decide disculparse y le dice en tono comprensivo: 
					
					-Disculpe usted, no quise ser tan rudo hijo mío pero……¿desde 
					cuándo sufre de artritis? 
				
				-Yoooo??? 
				no joda padre, a mi no me pasa nada!!!… 
				
					
					solo estaba leyendo este artículo del periódico que dice que 
					el 
				
					
					Papa sufre de artritis desde hace varios años. 
				  
			
				  
			
				  
			
				  
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:48 |  
 
	
		
			
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			Siete haikús 
			
				Luna 
				 
				Pequeña luna ahogada: 
				niña muerta que 
				regresa la mirada. 
				 
				 
				Otoño 
				 
				Pasa de largo el viento. 
				El árbol seco 
				otoñece de frío. 
				 
				Pesquisa 
				 
				rueda la bicicleta 
				va sonámbula 
				corre el niño tras ella 
				 
				Cumpleaños 
				 
				Duerme el fuego un instante. 
				Se te va el alma 
				en soplarle a las velas. 
				 
				Encuentro 
				a Octavio Paz 
				 
				Besándome los pasos  
				entras desnuda 
				y es enorme la noche. 
				 
				Ciempiés  
				 
				Venenoso ciempiés: 
				tren subterráneo, 
				costal de zapatillas. 
				 
				Superstición 
				 
				Da un salto negro el gato  
				de la pared 
				al fondo del misterio. 
			
				  
			
				Por Javier Rayas 
			
			  
			
				  
			
				  
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De: Zenobia | 
Enviat: 31/10/2018 14:49 |  
 
	
		
			
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			 UN 
			SOL 
			 
			Mi corazón es como un dios sin 
			lengua, 
			Mudo se está a la espera del milagro, 
			He amado mucho, todo amor fue magro, 
			Que todo amor lo conocí con mengua. 
			 
			He amado hasta llorar, hasta morirme. 
			Amé hasta odiar, amé hasta la locura, 
			Pero yo espero algún amor natura 
			Capaz de renovarme y redimirme. 
			 
			Amor que fructifique mi desierto 
			Y me haga brotar ramas sensitivas, 
			Soy una selva de raíces vivas, 
			Sólo el follaje suele estarse muerto. 
			 
			¿En dónde está quien mi deseo 
			alienta? 
			¿Me empobreció a sus ojos el ramaje? 
			Vulgar estorbo, pálido follaje 
			Distinto al tronco fiel que lo 
			alimenta. 
			 
			¿En dónde está el espíritu sombrío 
			De cuya opacidad brote la llama? 
			Ah, si mis mundos con su amor inflama 
			Yo seré incontenible como un río. 
			 
			¿En dónde está el que con su amor me 
			envuelva? 
			Ha de traer su gran verdad sabida... 
			Hielo y más hielo recogí en la vida: 
			Yo necesito un sol que me disuelva. 
			
			
				  
			
				  
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De: Zenobia | 
Enviat: 11/11/2018 18:13 |  
 
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			Domingo 
			
			
			La veis un día domingo. 
			Lleva un cuerpo cansado, lleva un traje cansado 
			(no lo podéis mirar), 
			un traje del que cuelgan trabajos, tristes hilos, 
			pespuntes de temor, esperanzas sobrantes 
			hechas verdad a fuerza de ir remendando sueños, 
			de ir gastando semanas, hambres de cada día, 
			en las estribaciones de un pan dominical. 
			 
			La veis venir acaso de un afán desahuciado, 
			de una piedad con fábulas, la veis 
			venir y ya sabéis que está llamándose  
			lo mismo que la vida, 
			lo mismo que su traje hecho disfraz de olvido, 
			hecho carne de engaño comunal, 
			cortado a la medida de mensuales lágrimas, 
			de quebrantos tejidos con la última 
			hebra de la intemperie, con las trizas 
			de ese telar de amor donde entrevemos 
			la pobreza de todos que es un cuerpo sin nadie. 
			 
			Sucede que es un día más bien canción que número, 
			más bien como una lluvia de inclementes pestañas, 
			de humilde mano abierta 
			que volverá a vestir de desnudez la vida. 
			Y entonces ya es mentira crecer sobre raíces, 
			ya es mentira ese sueño blandamente nocivo 
			que se nos va quedando arrendado en la piel, 
			que se consume hasta perderse 
			en un mísero rastro de caricia aterida, 
			hasta llegar a confundirse con un domingo anónimo, 
			con un tiempo de nadie hilvanado de lástima. 
			 
			Y entonces ese día, el domingo, 
			ella viene llegando, corre, se nos acerca 
			(todos la conocemos), 
			nos mira igual que un charco 
			de amor recién secado, nos contagia 
			de todo cuanto es crédulo en su espera siguiente, 
			porque está consolándose con un jornal vacío, 
			porque está desviviéndose 
			en una vana sucesión de acopios para huir, 
			de ir contando los años por tránsitos de trajes, 
			por memorias zurcidas, por sueños arrancados 
			del retal de un domingo cegador e ilusorio. 
			
JOSÉ MANUEL 
			CABALLERO BONALD 
			
  
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De: Zenobia | 
Enviat: 14/11/2018 10:08 |  
 
	
		
			
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				 SI 
				MURIERA ESTA NOCHE
				
				Si muriera esta noche
				si pudiera morir
				si me muriera
				si este coito feroz
				interminable
				peleado y sin clemencia
				abrazo sin piedad
				beso sin tregua
				alcanzara su colmo y se aflojara
				si ahora mismo
				si ahora
				entornando los ojos me muriera
				sintiera que ya está
				que ya el afán cesó
				y la luz ya no fuera un haz de 
				espadas
				y el aire ya no fuera un haz de 
				espadas
				y el dolor de los otros y el amor 
				y vivir
				y todo ya no fuera un haz de 
				espadas
				y acabara conmigo
				para mí
				para siempre
				y que ya no doliera
				y que ya no doliera. 
			
				Idea Vilariño 
			
				  
			
				  
			
				  
			
				  
			
				  
			
				  
			
				  
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