Cuando nosotros dos nos encontramos por primera vez, mi corazón,lleno de música, cantó: =La que está eternamente lejos, está a tu lado para siempre.= Esta música no suena hoy, que he llegado a creer que mi amor solamente está cerca, que he olvidado que ella está lejos, tambien, muy lejos.
La música llena lo infinito entre dos almas, pero la ha apagado la niebla de la costumbre. En las tímidas noches del verano, cuando la brisa trae un basto murmullo del silencio, me incorporo en mi cama a llorar la gran pérdida de la que está junto a mí.
Y me pregunto: = ¿ Cuando será que pueda suspirarle, otra vez, palabras con ritmo de lo eterno ? = ¡ Despierta canción mía, tu languidez, rasga el velo de lo diario, vuela a mí amor, allí en la sorpresa infinta de nuestro primer encuentro! Tagore.
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