En esos momentos debemos tomar todo nuestro amor,
nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra
fuerza y luchar por salir adelante.
Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena
entusiasmarnos de nuevo,y sólo puedo contestar una
cosa:
¡Hagamos que nuestra vida valga la pena!
Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con
todo el corazón.
Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y
lágrima son sinceras.
Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos,
porque al levantarlas seré más fuerte de corazón.
Vale la pena una lágrima, porque es el filtro de mis
sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y
me muestro tal cual soy.
Vale la pena cometer errores, porque me da mayor
experiencia y objetividad.
Vale la pena volver a levantar la cabeza, porque una
sola mirada puede llenar ese espacio vacío.