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De: demnes  (message original) Envoyé: 18/12/2004 13:41
Un chico estaba esperando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto.Como debía esperar un largo rato, decidió
comprar un libro y también un paquete con galletas.Se sentó en
una sala del aeropuerto para poder descansar y leer en paz.
Asiento de por medio, se ubicó un hombre que abrió una revista y empezó a leer. Entre ellos quedaron las galletitas. Cuando el chico cogió la primera, el hombre también tomó una. Se sintió indignado, pero no dijo nada. Apenas pensó: "¡Qué descarado; si yo estuviera más dispuesto, hasta le daría un golpe para que nunca más se olvide!".
Cada vez que tomaba una galleta, el hombre también tomaba una.
Aquello le indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni
reaccionar. Cuando quedaba apenas una galleta, pensó: "¿qué
hará ahora este jeta?" Entonces, el hombre dividió la última galleta y dejó una mitad para el. Ah! No!. . Aquello le pareció demasiado!.
Se puso a bufar de la rabia!. Cerró su libro y sus cosas y se dirigió
al sector del embarque. Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro de la mochila y para su sorpresa, allí estaba su paquete de galletitas . . .intacto, cerrado. ¡Sintió tanta vergüenza!. Sólo entonces percibió lo equivocado que estaba. ¡Había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su mochila!. El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado. Y ya no había más tiempo ni posibilidades para explicar o pedir disculpas.
Pero sí para razonar:
Cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando
debiéramos observar mejor?
¿Cuántas veces las cosas no son exactamente como pensamos
acerca de las personas?
Y recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan:
Una palabra, después de haber sido proferida;
Una oportunidad, después de haberla dejado pasar;
El tiempo, después de haber pasado.


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