PARA 
REFLEXIONAR
 
 Dos amigas se encontraban tomando un café y una le 
comenta en tono de queja a la otra:
 -"Mi mamá me llama mucho por teléfono para pedirme que 
vaya a platicar con ella.
 Yo voy poco y en ocasiones siento que me molesta su forma 
de ser.
 Ya sabes como son los viejos: cuentan las mismas cosas una 
y otra vez.
 Además, nunca me faltan compromisos: que el trabajo, que 
los niños, que los amigos...
 
  -"Yo en cambio..." - le dijo su compañera - "...platico 
mucho con mi mamá. 
Cada vez que estoy triste, voy con ella; Cuando me siento 
sola, cuando tengo un
 problema y necesito fortaleza, acudo a ella y me siento 
mejor.
 
  -"Caramba..." se apenó la otra ... Eres mejor que 
yo. 
 -"No lo creas, soy igual que tú" respondió la amiga con 
tristeza,...
 
Visito a mi mamá en el cementerio. Murió hace tiempo, pero 
mientras estuvo 
conmigo, tampoco yo iba a platicar con ella y pensaba lo 
mismo que tú. 
 No sabes cuanta falta me hace su presencia, cuanto la echo 
de menos y cuanto la
 busco ahora que ha partido. Si de algo te sirve mi 
experiencia, platica con tu 
mamá hoy que todavía la tienes, valora su presencia 
resaltando sus virtudes
 que seguro las tiene y trata de hacer a un lado sus 
errores que de una forma
 u otra ya forman parte de su ser.
 
 No esperes a que este en un panteón, porque ahí la 
reflexión duele hasta el
 fondo del alma, porque entiendes que ya nunca podrás hacer 
lo que dejaste
 pendiente, será un hueco que nunca podrás llenar. 
"No permitas que te pase lo que me pasó a 
mi".
 
 En el automóvil, iba pensando la muchacha en las palabras 
de su amiga.
 Cuando llegó a la oficina, dijo a su 
secretaria:
 -"Comuníqueme por favor con mi mamá, no me pase mas 
llamadas y tambien
 modifique mi agenda porque es muy probable que este día, 
se lo dedique a ella!!!"
 
 Desafortunadamente no siempre estamos 
devaluando el cariño o la amistad
 que otras personas nos ofrecen y en ocasiones 
lo perdemos miserablemente
 porque no sabíamos que tan importante era 
hasta que ya no nos pertenece.
 Haz una retrospectiva de tu vida y dale la 
dimensión correcta a las personas 
que ahora te rodean, probablemente sea tu 
última oportunidad.