SANTIAGO RUSIÑOL

Santiago Rusiñol i Prats nació en Barcelona el 1861 y murió setenta más tarde en Aranjuez, mientras pintaba los jardines de esta ciudad cercana a Madrid.

Terminó su vida pintando, la misma actividad artística con la que había empezado la trayectoria creativa hacia los veinte años de edad.

Por entonces, Rusiñol era un joven de la alta burguesía catalana que ya había decidido dedicarse al arte en detrimento del negocio familiar: la industria textil. Su entrega al arte fue total.

 Rusiñol, precursor del modernismo en Cataluña, asumió la figura de artista moderno con todas sus consecuencias.

 Junto al pintor Ramon Casas, Rusiñol recorrió Cataluña en carro en busca de bellos parajes a los que pintar, experiencia de la que nacieron sus primeros textos literarios.

En estos viajes Rusiñol y Casas fueron protagonistas de múltiples anécdotas excéntricas que han pasado a formar parte del imaginario popular catalán. Por ejemplo, se explica que una vez, estando en el mercado del pueblo de Breda, los dos amigos compraron todo un puesto de venta de cerámica para, poco después y ante el estupor de los transeúntes, romper todo el surtido de ollas y platos. En otra ocasión Rusiñol trató sin éxito de vender duros a cuatro pesetas ante la desconfianza de la gente.

Sea como sea, en 1888 se marchó a París. Desde ahí enviaría a La Vanguardia crónicas bajo el epígrafe "Cartas desde el Molino" con un estilo mezcla del dandismo de Oscar Wilde y la vida bohemia de Charles Baudelaire.

 De vuelta a Cataluña fundó en Sitges el Cau Ferrat, auténtico centro modernista donde se celebraban conciertos, conferencias y las Fiestas Modernistas, que ahora llamaríamos performances.

En el Cau Ferrat, cuyo análogo en Barcelona sería la cervecería y cabaret Els Quatre Gats -también fundada por él, entre otros-, se reunían intelectuales y artistas que, contrarios al romanticismo decadente y el anquilosamiento de la cultura y la burguesía catalana, entendían el arte como religión y adoración absoluta de la belleza, bajo la máxima de "el arte por el arte".

Los primeros dramas del autor fueron breves monólogos publicados en la revista LAvenç entre 1890-92. En 1891 publicó su primera obra importante, "Lalegria que passa", y cinco años más tarde "Anant pel món" y "Oraciones", colección de poemas en prosa al estilo Baudelaire en los que se nota su faceta de pintor y el abandono del costumbrismo de sus primeros textos.

 La incursión de Santiago Rusiñol al mundo del teatro coincidió con una etapa personal de problemas de salud. Le extirparon un riñón y fue sometido a una cura de desmorfinización.

Algunos críticos aseguran que este hecho marca un cambio de rumbo de la obra de Rusiñol. A partir de su recuperación se especializó en la pintura de jardines y en el teatro, con obras que repetían las mismas fórmulas. Esta característica lo convirtió en un autor de moda entre el público pero en otro despreciado entre los críticos y gente de letras.

 Sin duda ayudó su obra "Els Jocs Florals de Canprosa", una parodia de la institución dels Jocs Florals y de los sectores conservadores catalanistas.

 Rusiñol también se alejó de las nuevas generaciones de escritores como Josep Carner y Eugeni dOrs, así como del nuevo movimiento que surgía en oposición al modernismo: el noucentisme.

Fue precisamente en las páginas de la revista Catalunya, dirigida por el poeta Josep Carner, donde apareció una de las primeras críticas hacia la postura emprendida por el dramaturgo. Por su parte, Rusiñol mantuvo siempre su fuerte personalidad y su ingeniosa ironía y arrogancia.

Desde 1907 hasta 1927 escribió en la revista humorística LEsquella de la Torratxa unos artículos paródicos bajo el pseudónimo "Xarau" que respondían al Glosari de "Xènius" (Eugeni dOrs) de La Veu de Catalunya.

El cambio de Rusiñol se ha explicado en alguna ocasión a través de las dos versiones –novelada y dramatizada- de su obra más conocida: "Lauca del senyor Esteve". En 1907 apareció la novela y en 1917 la obra teatral. En la primera el "Senyor Esteve" simboliza el burgués opuesto al artista moderno y en la segunda, menos sarcástica, en un personaje que añadía la ternura en su carácter hasta el punto de convertirse en un alter ego del mismo Rusiñol.

Obras:
De su obra más conocida, "LAuca del senyor Esteve", hay ediciones en Hermes editora, Ediciones Selecta-Catalònia y Edicions 62, y una traducción en castellano de 62: "Las aleluyas del señor Esteve", trad: Ricard Salvat, Editorial Occitana, Barcelona, 1962.

- Santiago Rusiñol, "El poble gris", E               dicions Selecta-Catalònia, Barcelona 

EN LOS CABALLITOS DEL PARQUE 

ASHCEN