EL HIMNO QUE CANTO CRISTO

En la última cena de Cristo, y a pesar de que en pocas horas después comenzaría su martirio, pues seria arrestado, juzgado, torturado, crucificado y muerto, él estaba reunido con sus discípulos alrededor de una mesa comiendo juntos por última vez, en un ambiente calmo.

En un acto de profunda humildad antes de cenar, se rebaja a los pies de ellos para lavárselos silenciosamente, dejándoles con ello una enseñanza: que debemos ser solidarios, tolerantes, y ayudarnos y servirnos unos a otros con amor.

Es muy difícil para los humanos comprender como el gran Maestro pudo compartir con sus amigos de una cena sin abatirse sabiendo que horas después su cuerpo sería herido y luego clavado en un madero.

Pero él no solo participó de esa última comida, sino que también cantó.

"Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los olivos."(Mateo, 26:33)

¿Alguno de nosotros tendría la valentía y el gusto de cantar sabiendo que nuestro fin está cerca?
No lo creo. Pero Cristo cantó un himno, cuya letra era conocida por sus discípulos pues todos la cantaron.

Todo en torno a él conspiraba en su contra, pero nada abatía su ánimo.

"En el mundo tendreis grandes tribulaciones, pero tened confianza: yo he vencido al mundo". (Juan, 16:33)

Y los apóstoles y todos aquellos que lo siguen aprendieron a ser vencedores gracias a sus enseñanzas.

Nada debe abatirnos, ni aún ante las mas grandes desgracias porque éstas son pasajeras.
Debemos centrarnos en las que son eternas, donde no habrá mas llanto ni dolor.

Aunque hayan pasado mas de dos mil años, Cristo, el Gran Maestro, Rey de Reyes y Señor de Señores sigue cada vez mas vivo en el corazón de cada uno de los verdaderos cristianos.

LEONOR