Que absurdamente terco es el corazón ante la insensibilidad humana, guarda esperanza, espera que todo sea una pesadilla cuando la evidencia es patente, se niega a creer que ha sido lastimado, no acepta que su grandeza fue pisoteada, y se aferra a las palabras que otrora bocas mentirosas pronunciaron.

Cierra los ojos ante la verdad porque ésta, es demasiado cruel, no tiene en donde sostenerse para no desangrarse aunque inevitablemente gotas de sangre, trozos desgarrados del mismo corazón, caen en el recuerdo de momentos felices que le hicieron vivir falsamente.

      Mis palabras están desordenadas como desordenados están mis pensamientos que no logran encontrar eco en mi deshilada vida, una vida que ha perdido su propia identidad, simple y llanamente no puedo expresar mis sentimientos en una forma lógica, quizá porque lógica no tienen, están dominados por mi caótico cerebro.

       Solo el vacío me acompaña en mi soledad, volteo mis ojos y no hay de donde aferrarme, caigo sin remedio y no puedo levantarme.

Hago una retrospección, quiero saber en donde está mi falla y la única que encuentro es que no nací para ser ni amada ni valorada…

¿equivoqué el camino? Tal vez la mentira,  la hipocresía y la indiferencia, deban ser mis armas, tal vez no deba entregar el alma…pero... ¿hay otra forma de amar? ¡no puedo enarbolar como estandarte las armas mencionadas! No se mentir, no se quedarme impávida ante los éxitos o fracasos de los seres que amo, no se mostrar indiferencia cuando me integro por completo a su vida, cuando hago míos sus anhelos, sus sueños, sus problemas e intento ser baluarte que dé fuerza y sostenga…un baluarte que para ellos es solo un montón de arena que molesta, que atosiga y  que a nadie interesa apoyarse en él…

¡Mentira que el amor engendra amor!, yo he sembrado mucho amor en esta vida y no he cosechado más que indiferencia…¿será que la semilla de mi amor es estéril, infértil en su soledad?

          He fracasado como madre, como esposa, como hermana, como amiga, como mujer, y la grandeza que como ser humano debiera tener mi espiritu queda reducida a nada…

no encuentro las causas de mi fracaso, solo se que estoy sola, con mucho amor dentro de mí sin que nadie lo quiera, sin que a nadie le haga falta, sin que nadie corresponda.

           El llanto nubla mis ojos, pero no mis sentidos que son arrastrados con dolor hacia el desprecio, la burla, la humillación, la mentira, la indiferencia y el desdén…

 
     No. No hay resentimiento en mí, ni odio ni rencores para quienes me han fallado, a pesar de todo yo los entiendo…o trato de entenderlos para no ahogarme de pena. 

   ¿Qué hago con este dolor que como daga hunde su filo sin compasión en mi pobre corazón? ¿Dónde puedo verter mis lágrimas?¿Dónde entierro mis sueños? ¿En donde sumerjo mis ilusiones? ¿Cómo evito que mi corazón sangre? ¿Qué hago ahora con la tristeza de mi alma solitaria? ¿Adonde volteo mis ojos?, interrogantes  sin respuesta…

total descontrol de mi vida, no veo camino delante, no hay luz en mi horizonte. La respuesta llegará cuando mi cuerpo se reduzca a cenizas y se funda entonces en mi alma convertida ahora en llanto y sangre.

 Con amor...