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De: Yaxi (Mensaje original) |
Enviado: 25/07/2009 02:26 |
Yo, la que te quiere Yo soy tu indómita gacela, el trueno que rompe la luz sobre tu pecho. Yo soy el viento desatado en la montaña y el fulgor concentrado del fuego del ocote. Yo caliento tus noches encendiendo volcanes en mis manos, mojándote los ojos con el humo de mis cráteres. Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo, riendo la risa inmutable de los años. Yo soy el inexplorado camino, la claridad que rompe la tiniebla. Yo pongo estrellas entre tu piel y la mía y te recorro entero, sendero tras sendero, descalzando mi amor, desnudando mi miedo. Yo soy un nombre que canta y te enamora desde el otro lado de la luna, soy la prolongación de tu sonrisa y tu cuerpo. Yo soy algo que crece, algo que ríe y llora. Yo, la que te quiere. |
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:36 |
Desafío a la vejez
Cuando yo llegue a vieja -si es que llego- y me mire al espejo y me cuente las arrugas como una delicada orografía de distendida piel. Cuando pueda contar las marcas que han dejado las lágrimas y las preocupaciones, y ya mi cuerpo responda despacio a mis deseos, cuando vea mi vida envuelta en venas azules, en profundas ojeras, y suelte blanca mi cabellera para dormirme temprano -como corresponde- cuando vengan mis nietos a sentarse sobre mis rodillas enmohecidas por el paso de muchos inviernos, sé que todavía mi corazón estará -rebelde- tictaqueando y las dudas y los anchos horizontes también saludarán mis mañanas.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:38 |
En la doliente soledad del domingo...
Aquí estoy, desnuda, sobre las sábanas solitarias de esta cama donde te deseo.
Veo mi cuerpo, liso y rosado en el espejo, mi cuerpo que fue ávido territorio de tus besos; este cuerpo lleno de recuerdos de tu desbordada pasión sobre el que peleaste sudorosas batallas en largas noches de quejidos y risas y ruidos de mis cuevas interiores.
Veo mis pechos que acomodabas sonriendo en la palma de tu mano, que apretabas como pájaros pequeños en tus jaulas de cinco barrotes, mientras una flor se me encendía y paraba su dura corola contra tu carne dulce.
Veo mis piernas, largas y lentas conocedoras de tus caricias, que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes para abrirte el sendero de la perdición hacia mi mismo centro, y la suave vegetación del monte donde urdiste sordos combates coronados de gozo, anunciados por descargas de fusilerías y truenos primitivos.
Me veo y no me estoy viendo, es un espejo de vos el que se extiende doliente sobre esta soledad de domingo, un espejo rosado, un molde hueco buscando su otro hemisferio.
Llueve copiosamente sobre mi cara y sólo pienso en tu lejano amor mientras cobijo con todas mis fuerzas, la esperanza.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:40 |
Eros es el agua
Entre tus piernas el mar me muestra extraños arrecifes rocas erguidas corales altaneros contra mi gruta de caracolas concha nácar tu molusco de sal persigue la corriente el agua corta me inventa aletas mar de la noche con lunas sumergidas tu oleaje brusco de pulpo enardecido acelera mis branquias los latidos de esponja los caballos minúsculos flotando entre gemidos enredados en largos pistilos de medusa. Amor entre delfines dando saltos te lanzas sobre mi flanco leve te recibo sin ruido te miro entre burbujas tu risa cerco con mi boca espuma ligereza del agua oxigeno de tu vegetación de clorofila la corona de luna abre espacio al océano De océano los ojos plateados fluye larga mirada final y nos alzamos desde el cuerpo acuático somos carne otra vez una mujer y un hombre entre las rocas.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:42 |
Es larga la tarde...
Es larga la tarde como el camino curvo hasta tu casa por donde regreso arrastrando los pies hasta mi cama sola a dormir con tu olor engarzado en mi piel, a dormir con tu sombra.
Es larga la tarde y el amor redondo como el gatillo de una pistola me rodea de frente, de lado, de perfil. El sueño pesa sobre mis hombros y me acerca de nuevo a vos, al huequito de tu brazo, a tu respiración, a una continuación infinita de la batalla de sábanas y almohadas que empezamos y que pone risa y energía a nuestro cansancio.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:43 |
Esta nostalgia
Este sueño que vivo, esta nostalgia con nombre y apellido, este huracán encerrado tambaleando mis huesos, lamentando su paso por mi sangre... No puedo abandonar el tiempo y sus rincones, el valle de mis días está lleno de sombras innombrables, voy a la soledad como alma en pena, desacatada de todas las razones, heroína de batallas perdidas, de cántaros sin agua. Me hundo en el cuerpo, me desangro en las venas, me bato contra el viento, contra la piel que untada está a la mía. Qué haré con mi castillo de fantasmas, las estrellas fugaces que me cercan mientras el sol deslumbra y no puedo mirar más que su disco -redondo y amarillo- la estela de su oro lamiéndome las manos, surcándome las noches, desviviéndome, haciéndome desastres... Me entregaré a los huracanes para pasar de lejos por esa luz ardiendo. Estoy muriéndome de frío.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:44 |
Estoy viva como fruta madura...
Estoy viva como fruta madura dueña ya de inviernos y veranos, abuela de los pájaros, tejedora del viento navegante.
No se ha educado aún mi corazón y, niña, tiemblo en los atardeceres, me deslumbran el verde, las marimbas y el ruido de la lluvia hermanándose con mi húmedo vientre, cuando todo es más suave y luminoso.
Crezco y no aprendo a crecer, no me desilusiono, ni me vuelvo mujer envuelta en velos, descreída de todo, lamentando su suerte. No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro, de la tierra parida, el canto de los pueblos, los brazos del obrero construyendo, la mujer vendedora con su ramo de hijos, los chavalos alegres marchando hacia el colegio.
Si. Es verdad que a ratos estoy triste y salgo a los caminos, suelta como mi pelo, y lloro por las cosas más dulces y más tiernas y atesoro recuerdos brotando entre mis huesos y soy una infinita espiral que se retuerce entre lunas y soles, avanzando en los días, desenrollando el tiempo con miedo o desparpajo, desenvainando estrellas para subir más alto, más arriba, dándole caza al aire, gozándome en el ser que me sustenta, en la eterna marea de flujos y reflujos que mueve el universo y que impulsa los giros redondos de la tierra.
Soy la mujer que piensa. Algún día mis ojos encenderán luciérnagas.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:46 |
Eva advierte sobre las manzanas
"Allí te quedo en el pecho, por muchos años me goces" C.M.R.
Con poderes de Dios -centauro omnipotente- me sacaste de la costilla curva de mi mundo lanzándome a buscar tu prometida tierra, la primera estación del paraíso.
Todo dejé atrás. No oí lamentos, ni recomendaciones porque en todo el Universo de mi ceguera solo vos brillabas recortado sol en la oscuridad.
Y así, Eva de nuevo, comí la manzana; quise construir casa y que la habitáramos, tener hijos para multiplicar nuestro estrenado territorio. Pero, después, sólo estuvieron en vos las cacerías, los leones, el elogio a la soledad y el hosco despertar.
Para mí solamente los regresos de prisa, tu goce de mi cuerpo, el descargue repentino de ternura y luego, una y otra vez, la huida tijereteando mi sueño, llenando de lágrimas la copa de miel tenazmente ofrecida.
Me desgasté como piedra de río. Tantas veces pasaste por encima de mis murmullos, de mis gritos, abandonándome en la selva de tus confusiones sin lámpara, ni piedras para hacer fuego y calentarme, o adivinar el rumbo de tu sombra.
Por eso un día, vi por última vez tu figura recostada en el rojo fondo de la habitación donde conocí más furia que ternura y te dije adiós desde el caliente fondo de mis entrañas, desde el río de lava de mi corazón.
No me llevé nada porque nada de lo tuyo me pertenecía -nunca me hiciste dueña de tus cosas- y saliste de mí como salen -de pronto- desparramados, tristes, los árboles convertidos en trozas, muertos ya, pulpa para el recuerdo, material para entretejer versos.
Fuiste mi Dios y como Adán, también me preñaste de frutas y malinches, de poemas y cogollos, racimos de inexplicables desconciertos.
Para nunca jamás esta Eva verá espejismos de paraíso o morderá manzanas dulces y peligrosas, orgullosas, soberbias, inadecuadas para el amor.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:48 |
Huelga
Quiero una huelga donde vayamos todos. Una huelga de brazos, piernas, de cabellos, una huelga naciendo en cada cuerpo.
Quiero una huelga de obreros de palomas de choferes de flores de técnicos de niños de médicos de mujeres.
Quiero una huelga grande, que hasta el amor alcance. Una huelga donde todo se detenga, el reloj las fábricas el plantel los colegios el bus los hospitales la carretera los puertos.
Una huelga de ojos, de manos y de besos. Una huelga donde respirar no sea permitido, una huelga donde nazca el silencio para oír los pasos del tirano que se marcha.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:49 |
Luciérnagas
A las cinco de la tarde Cuando el resplandor se queda sin brillo Y el jardín se sumerge en el último hervor dorado del día Oigo el grupo bullicioso de niños Que salen a cazar luciérnagas.
Corriendo sobre el pasto Se dispersan entre los arbustos, Gritan su excitación, palpan su deslumbre Se arma un círculo alrededor de la pequeña Que muestra la encendida cuenca de sus manos Titilando.
Antiguo oficio humano Este de querer apagar la luz.
¿Te acordás de la última vez que creímos poder iluminar la noche?
El tiempo nos ha vaciado de fulgor. Pero la oscuridad Sigue poblada de luciérnagas.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:51 |
Mayo
No se marchitan los besos como los malinches, ni me crecen vainas en los brazos; siempre florezco con esta lluvia interna, como los patios verdes de mayo y río porque amo el viento y las nubes y el paso del los pájaros cantores, aunque ande enredada en recuerdos, cubierta de hiedra como las viejas paredes, sigo creyendo en los susurros guardados, la fuerza de los caballos salvajes, el alado mensaje de las gaviotas. Creo en las raíces innumerables de mi canto.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:53 |
Mi amor es así...
Mi amor es así, como este aguacero, rebotando contra el pavimento, pintando de verde el campo, tapa-cielos, tenaz, mójalo todo, Se me riega por dentro y lo siento latir en la yema de los dedos cuando quiero tocarte y no te tengo cerca. Como este aguacero, amor, me vuelvo un montón de agua entre tus brazos ando desbocada por tu cauce me hago arroyuelo en el pelo de tu pecho. Así como esta lluvia, me desbordo en palabras para contarte todos mis quehaceres, para meterte en todos los rincones de mi día, en todos los aleros de mis horas. Salto desde tus brazos, como la lluvia que se derrama de los techos y me duele la carne de querer prolongarte de querer florecer la semilla en mi vientre y darte un hijo hermoso y vital como este invierno.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:55 |
Mi amor es como un río caudaloso
Chorreándose en el cuerpo de mi hombre, mi amor toca tambor y flauta en las montañas de mi tierra, dispara con ametralladora su descarga de besos. Es un amor de guerra con «adiós» y «nos vemos» un amor con señales de humo -a lo lejos- un amor para llevarse en mochilas para andar clandestino por ciudades y valles. Es un amor para cantar victoria, para llorar heridos y aprender de derrotas. Mi amor es bien contento aunque -a veces- me haga brotar el llanto es grande como la esperanza y el valor de mi pueblo; tiene olores de finca huele a tierra mojada y campo. Mi amor es fiero, ardiente como la libertad, no conoce de tiempo, anda dentro de mí desbocado y rebelde. Me ha llenado de luz y lo llevo cargado como un fusil al hombro lloro y río por él por este amor hermoso, claro, como tus ojos.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:57 |
Nos casaremos en invierno
Nos casaremos ahora que llueve a carcajadas. Vos y yo y la tierra celebraremos juntos el verdor de los cuerpos, el sexo de las flores, el polen de la risa y todas las estrellas que vienen confundidas en la gota de lluvia. Pondremos inviernos en el amor para verlo crecer al ritmo de las plantas. Uniremos las nubes para formar el trueno, uniremos la tierra con el agua. Nos casaremos con el cielo cerrado, cuando suenen los techos como ametralladoras y el canto de las ranas suba desde el jardín junto con un cortejo de hormigas voladoras. Nos casaremos sin sombrillas, amor, con la cabeza descubierta, en un patio mojado, oloroso de tierra, sin otra sed más que la del uno por el otro, con la ropa empapada, juntando nuestros quehaceres para que se venga el temporal que lo va a lavar todo, como la lluvia, amor, de cuando nos casemos.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 00:58 |
Partirás otra vez...
Partirás otra vez porque la tierra llama con la fuerza de una mujer desamparada. Partirás otra vez, mi amor, porque es allá donde la vida de tantos se resuelve. Allá te espera la esperanza, la lucha sin cuartel. Allá son los desvelos y el reto de un tiempo sin medida tratando de saltar al paso de la historia. Anda, mi amor, anda con esos brazos que me abrazan, con esa boca que me besa, a chorrear fuego, amor, a llevar esa fuerza a la tierra desde donde salimos a la tierra que amamos. Anda, mi amor, yo voy también aunque me quede lejos y estaré allí con vos en el viento y la lluvia, en el calor del medio día, en las tapitas de dulce, en las chicharras y en los grillos, en el peligro, allí por donde andes, andaré yo, entre la tierra y tu sombra habrá una mujer acariciándote.
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De: Yaxi |
Enviado: 12/05/2016 01:00 |
Peceras de amor
Nuestros cuerpos de peces se deslizan uno al lado del otro. Tu piel acuática nada en el sueño junto a la mía y brillan tus escamas en la luz lunar filtrándose por las rendijas. Seres traslúcidos flotamos confinados al agua de nuestros alientos confundidos. Aletas de piernas y brazos se rozan en la madrugada en el oxígeno y el calor que sube de las blancas algas con que nos protegemos del frío. En algún momento de la corriente nos encontramos lúcidos peces se acercan a los ojos abiertos peces sinuosos reconociéndose las branquias agitadas. Muerdo el anzuelo de tu boca y poco después despierto pierdo la aleta dorsal las extremidades de sirena..
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