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"Cada olor evoca un momento de nuestra vida.

Una brisa ligera nos envuelve en recuerdos escondidos en la memoria".

Cuando fuimos niños, esos olores y fragancias tan comunes formaron parte de la vida cotidiana,

se asentaron en nuestra percepciòn sin darnos cuenta, y con el tiempo se nos ha ido olvidando,

 pero de vez en vez, sabemos que alli estàn, que siguen ahì

como si estuvieran esperando que los rescatemos.

Buscar  o conseguirse un  olor que nos evoque uno de esos mejores

momentos de nuestra vida no es tarea facil, 

 El aroma de un guiso de nuestra abuela, el olor a hierba recièn cortada,

aquel armario que destilaba lavanda y tantos otros indescriptibles olores 

 son esencias impagables de la memoria.

 ¿A quien no le ha pasado esta experiencia?

A veces somos injusto con el sentido del olfato, lo usamos para el presente exclusivamente,

huele bien, huele mal, pero con un poco  de esfuerzo, huelan  nuevamente los rincones de su hogar 

 y se sorprenderàn con mucha satisfacciòn la visiòn que la mente les va a regalar.

Mara