juan y marcela - aquinosreunimospersonaspositivas

Juan y Marcela, después de un bello y casto noviazgo, deciden casarse. Sin embargo, ambos tienen algo por confesarse.
Marcela: Oye, Juan, creo que es necesario que sepas algo sobre mí. . . . mis senos son tan pequeños como los de una niña de doce años.
Juan: No importa, la cirugía nos podrá ayudar. Además, te valoro por lo que eres y no por lo que tienes. Por mí no hay inconveniente. . .¡Que viva nestro amor!
Bueno. . . . ya que estamos en confianza, yo también quiero confesar algo. Tengo problemas con mis partes nobles. La tengo como un bebé recién nacido. Espero no sea inconveniente. . . .

Marcela frunció el entrecejo. Pero corespondiendo a la caballerosidad de su amado,

Marcela: No importa, sé que me harás feliz sin depender del sexo. . . . ¡gulp!. . . .la medicina ha avanzado mucho y seguro habrá remedio.

Asi, en la noche de bodas y estando a punto de entregarse a Juan, Marcela pidió fuerzas de no sé donde para no expresar frustración alguna, cuando de repente de la habitación se oye un grito estruendoso, asustada a más no poder y corriendo como si hubiera visto al mismísimo diablo, Marcela estaba incontrolable. . . .

Marcela: AAARRGGGGGGGHHHHHHHH!!!!!. . . .. . no me dijiste que la tenías de recién nacido??????

Juan: Si!!!! 3 kilos 200 gramos .